VALENCIA.- La Generalitat Valenciana deberá devolver a
lo largo del año como mínimo 3.400 millones de euros -intereses aparte-
correspondientes a los vencimientos a corto, medio y largo plazo de la
deuda emitida previamente. Así consta en la base de datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y en el último boletín trimestral publicado por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), correspondiente al segundo trimestre de 2011, según recoge 'Valencia Plaza'.
Por
tanto, los vencimientos superarán dicha cifra, puesto que no están
contemplados ni las emisiones que tiene en Luxemburgo ni tampoco los
vencimientos del Euromercado de la segunda parte del pasado año. De ahí
que puedan aparecer partidas realizadas en el segundo semestre del año
que recoge el IVF en sus boletines del tercer y cuarto trimestre del
pasado año aunque también puedan tratarse de emisiones privadas
difícilmente rastreables.
Una de ellas fue la que le venció hace una semana a Genval y que tenía concertada con el Deutsche Bank.
Desde el banco alemán no quisieron confirmar -ni desmentir- la
existencia de tal operación, pero fuentes de la Generalitat han
confirmado que se trataba de un
vencimiento de 123 millones de euros fechado el pasado 27 de diciembre
donde el Consell tuvo que recurrir al Tesoro para cubrirlo.
Mientras
tanto, el montante al que deberá hacer frente GenVal durante 2012 no
distará mucho de los 4.700 millones de euros que anunció el pasado 19 de
diciembre la agencia de medición de riesgos Standard & Poor's en la nota de prensa que justificó el 'tijeretazo' en tres escalones de la calificación de la calidad de la deuda de la Comunitat Valenciana. La
misma nota que presagiaba un deterioro de la posición de liquidez de la
región frente a las necesidades de refinanciamiento en aumento este
2012.
De
ahí que la agencia estadounidense requería al Consell un plan sólido y
creíble para cubrir sus necesidades futuras de financiación o de lo
contrario le acarreará nuevos recortes de su rating "potencialmente en
varios grados". Y conviene recordar que sólo le falta un peldaño para
entrar en la temida calificación de 'bono basura', que Moody's ya le colgó ese mismo día. Habrá que esperar al nuevo plan de ajuste que el presidente de la Generalitat Valenciana presentará esta misma semana.
Moody's
puso el dedo en la llaga al advertir que buena parte de la financiación
obtenida por GenVal en los últimos meses ha venido dada por los
inversores particulares y no precisamente por los institucionales;
mientras alertaba de la fuerte caída de su programa de pagarés en el
Euromercado -el mayor mercado de capitales a corto plazo- desde los
1.300 millones de euros hasta los 68 millones. De ahí que el Consell no
haya tenido más remedio que recurrir a préstamos con entidades financieras.
Los serios problemas que el Consell tuvo para afrontar los 1.500 millones de euros -más intereses- hace tres semanas en el vencimiento de la primera hornada de 'bonos patrióticos'
obligó a pedir 'auxilio' a un puñado de entidades bancarias, que
finalmente le otorgaron préstamos por valor de unos 500 millones de
euros, según fuentes conocedoras de la operación.
De este modo, el Ejecutivo valenciano logró captar los 1.800 millones de euros -menos del 69% vía bonos y gracias a CaixaBank y CAM- no sólo para amortizar los bonos emitidos a finales de 2010 sino también poder hacer frente a las facturas de los proveedores.
De
momento, el Ejecutivo valenciano se enfrenta este mes a vencimientos
por un montante que rondan los 250 millones de euros, según los datos de
la CNMV y el IVF, donde sobresale una partida de pagarés de 200
millones que corresponde a la renovación de la emisión que compró Caja Mediterráneo a la Generalitat antes de ser intervenida la entidad alicantina.
El
mes que viene serán, de momento, algo más de 500 millones de euros a
devolver entre los que destaca un vencimiento de 500 millones en bonos a
tres años. Se trata de una emisión realizada en febrero de 2009, por la
que pagó entonces un diferencial o spread de 160 puntos básicos sobre el mid-swap (la referencia que se utiliza en este tipo de emisiones). En la colocación participaron BNP Paribas, Deutsche Bank y el HSBC.
A
lo largo de marzo deberá cumplir con las obligaciones de atender los
pagos de los vencimientos de pagarés por valor de 94.000 euros, según
los mismos datos; mientras que en abril se enfrentará a otra partida
'gorda': 100 millones de euros de una emisión de hace diez años.
Pero,
sin duda, mayo será el mes donde más tendrá que rascarse el bolsillo
GenVal, ya que deberá devolver 1.472 millones de euros -más intereses-
correspondientes a tres emisiones: dos por valor de 500 millones y otra
por 472 millones más. Las dos primeras responden a los 'préstamos vía págaré' que el Consell otorgó a Bancaja y CAM, ambos al 4,08% y a 18 meses.
Por
cierto, tres semanas después, concretamente el 1 de diciembre de 2010,
fue Caixa Ontinyent la que 'salió en defensa' de la Generalitat
Valenciana, al adquirir una emisión de pagarés por valor de 5 millones
de euros, a un 4%, también a un plazo a 18 meses, que será reembolsado
en junio de 2013.
Desde junio a noviembre, GenVal se enfrentará
-como mínimo- a suaves vencimientos de pagarés de poca monta aunque el
24 de agosto lo hará con bonos denominados en francos suizos,
por un montante de algo menos de 100 millones. Finalmente, el 22 de
diciembre tendrá que enfrentarse a los casi 895 millones de euros que
emitió hace tres semanas en el plazo a un año y del que más de un tercio
fue colocado íntegramente por CaixaBank.
Con
los mercados de capitales cerrados a cal y canto y con una sobreoferta
minorista -depósitos, pagarés, letras...-, se antoja muy complicada la
vía de financiación del Gobierno que preside Alberto Fabra,
por lo que volverán a ser las entidades financieras las que tengan que
salir en auxilio -si pueden- o el propio Estado -bien directamente, bien
a través del ICO o incluso del Tesoro-. De momento, el decreto de
ajuste presupuestario aprobado la semana pasada por el Gobierno de Mariano Rajoy recoge la posibilidad que sea el Tesoro Público el que pueda salir en defensa de las CC AA a través de acometer operaciones de aval o incluso de pago.
La
captación de liquidez es fundamental no solo para atender los
vencimientos de deuda sino también para pagar las facturas pendientes
-principalmente a proveedores- porque GenVal no debe seguir dando a
entender a los mercados financieros que carece de capacidad suficiente
para atender sus pagos en tiempo y forma.
Las
rebajas de rating continuarían y conviene recordar que ello equivale a
tener que pagar más a la hora de obtener financiación en el exterior
porque el mercado exige una 'prima de riesgo'. Un diferencial que
representa un gasto extra y que a la postre acaba repercutiendo en el bolsillo de los contribuyentes.
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