BILBAO.- El comisario europeo de Competencia, Joaquín
Almunia, afirma que Bankia es una entidad que necesita ser "apoyada,
reforzada y reestructurada" y, si para la reestructuración no se
encuentra capital privado, hay que "acudir a capital público".
En una entrevista a Radio Euskadi,
se ha referido, de esta manera, a la posibilidad de que el Gobierno
inyecte dinero público en Bankia.
Almunia ha indicado que no sabe lo que va a decidir el
Ejecutivo, pero ha escuchado a Mariano Rajoy no descartar esa
posibilidad y ha señalado que a él "no le extraña".
El comisario ha manifestado que un banco de la dimensión que
tiene Bankia no puede estar "sometido a incertidumbres y en boca del
mundo diciendo qué pasa con Bankia".
"Por tanto, Bankia necesita ser apoyado, reforzado y
reestructurado y, si para la reestructuración no se encuentra capital
privado, pues hay que acudir a capital público", ha agregado.
El comisario ha asegurado que en Europa hay más de 60 bancos
que directamente están recibiendo un apoyo público y no quiere decir
dinero "a fondo perdido". Almunia ha señalado que los bancos son
necesarios y "necesitan apoyo en este momento".
"Sería una barbaridad no
dárselo, porque todos seríamos víctimas de una crisis bancaria mayor
que la que existe", ha agregado.
Almunia ha manifestado que otra cuestión es las condiciones en
las que se apoya al sistema. "Se puede prestar dinero a un banco,
dándole garantías y avales y que sus altos ejecutivos se forren, pues
no. Hay que poner condiciones muy serias en cuanto a la
reestructuración, a los sacrificios que tienen que hacer los accionistas
del banco, los que tienen que hacer el resto de los acreedores, sus
gestores, sus responsables, y hay que dar dinero a cambio de que ese
banco vaya a ser totalmente viable y solvente de cara al futuro", ha
añadido.
Reparos de la auditora
La auditora Deloitte cobró 5,8 millones de
euros por los trabajos de auditoría de las cuentas anuales de Bankia que
no ha rubricado, según información de la entidad registrada en la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La CNMV no ha publicado los resultados anuales de Banco
Financiero y de Ahorros (BFA) y de su participada Bankia a falta de
recibir el informe de auditoría correspondiente que las refrende,
situación que ha precipitado la decisión del Gobierno de diseñar un plan
de saneamiento de la entidad con dinero público que ha desencadenado la
dimisión de su presidente, Rodrigo Rato.
BFA-Bankia explicó el pasado viernes que sus cuentas anuales
están sin auditar ante la complejidad del ejercicio 2011, en que se
produjo la transformación de sus siete cajas de ahorros en un banco, así
como la segregación de activos a favor de la matriz y la salida a Bolsa
de su filial Bankia.
El grupo sostuvo que por esta razón el Deloitte había
requerido mayor tiempo para realizar sus trabajos y que el informe de
auditoría de las cuentas anuales estaría disponible con la convocatoria
de la junta general de accionistas prevista para esta semana.
Según publica el diario 'El País', los reparos de Deloitte de
estampar su rúbrica en las cuentas tras detectar sobrevaloraciones de
activos por importe de 3.500 millones de euros desencadenaron la
decisión del Gobierno de desalojar de la presidencia a Rato, que hoy
mismo será sustituido por José Ignacio Goirigolzarri, exconsejero
delegado de BBVA.
El rotativo indica que el auditor puso de relieve que BFA
tenía contabilizada la participación de Bankia en 12.000 millones de
euros en su balance, cuando su valor en Bolsa es de 2.000 millones y su
valor contable es de 8.500 millones.
Deloitte consideró necesario rebajar la valoración al menos a
esos 8.500 millones, por lo que la diferencia debería cargarse contra
resultados, hipótesis imposible, porque BFA ganó 41 millones de euros en
2011, la décima parte que el resultado atribuido proforma del ejercicio
anterior, de 440 millones.
El consejo de administración de BFA-Bankia monitoriza a través
de su comisión de adutoria y cumplimiento todo el proceso de
elaboración y formulación de las cuentas anuales del banco y de su
grupo, así como la información financiera que se formula. Este control y
el permanente contacto con el auditor tienen como objetivo, entre
otros, evitar las salvedades en el informe de auditoría.
El presidente del comité de auditoría era hasta finales del
pasado mes de abril Ángel Acebes Paniagua, ex ministro de Justicia e
Interior durante los gobiernos de José María Aznar.
Acebes presentó su renuncia al cargo de consejero de BFA, para
incorporarse al consejo de administración de Iberdrola en sustitución
de Ricardo Álvarez Isasi. Acebes percibió una retribución total de
163.000 euros en 2011 por su pertenencia al consejo de administración de
BFA.
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