Expertos conocedores del
informe íntegro del Fondo Monetario Internacional sobre el sector
financiero español dan por hecho que las dos entidades a las que se
refería el resumen ejecutivo del organismo internacional, colocado en la
página web del Ministerio de Economía y Competitividad, son, además de
la siempre mencionada Bankia, la SIP Mare Nostrum. De ser como dicen
algunos expertos vendría a poner en una situación incómoda al ministro
de Economía, que fuera consejero de Mare Nostrum y quien ejercía un gran
ascendiente sobre las decisiones del todavía presidente del grupo y
presidente de Caja Murcia, Carlos Egea Krauel. La solución no parece
sencilla. Frente a quienes demandan decisiones rápidas sobre las cajas
con problemas para acabar con la incertidumbre internacional sobre el
sector, la respuesta de Economía es que el Banco de España no le apoya
en las decisiones.
Ordóñez querría no tener que intervenir
ninguna otra entidad antes de agotar su mandato. Total le quedan 15
días. Y la intervención de Bankia o Mare Nostrum supondría el
reconocimiento explícito del fracaso de su labor de supervisión. Y de
paso un segundo tropiezo sonado de De Guindos. En el propio grupo
parlamentario popular, además, algunos reiteran que al día de hoy la
reforma financiera sigue sin hacerse o que se trata de una reforma
fallida. El objetivo fundamental de la misma, volver a facilitar el
crédito a particulares y para que las empresas puedan mantener su
actividad, no se ha conseguido.
No todos se muestran críticos
con De Guindos. Existen algunos que consideran que, pese deberle toda su
carrera política y parte de la personal al ex vicepresidente del
Gobierno, se han pasado al enemigo, cuestionando incluso la meritoria
labor que está desempeñando la Oficina Económica del Gobierno para
tratar de encontrar una solución adecuada.
Lo de solución rápida
sería más complicado conseguirlo. Los más de 200.000 millones de activos
tóxicos de muy difícil cobro que calculan se mantienen en los balances
de los bancos y cajas españoles exigirán más de un quinquenio para ser
absorbidos. La sugerencia cada vez más invocada es apelar al Mecanismo
Europeo de Estabilidad Financiera que entrará en vigor el próximo 1 de
julio, pese a que hasta ahora se ha considerado tabú.
El talón de Aquiles
En
cuanto al grupo Banco Mare Nostrum, Sistema Institucional de Protección
(SIP) formado por Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedés y la balear
Sa Nostra, ya admitía que necesitaba más de 1.000 millones para hacer
frente a las nuevas provisiones exigidas por el Gobierno tras aprobarse
el pasado 3 de febrero el Real Decreto de reforma del sistema
financiero.
En la nota enviada a la Comisión Nacional del Mercado
de Valores (CNMV), BMN cifraba en concreto en 1.039 millones sus
necesidades en relación con la cobertura de las provisiones referidas a
los activos en riesgo del grupo.
De ellos, 674 millones de euros
corresponden a las nuevas exigencias relativas al reforzamiento del
capital, mientras que los 256 millones restantes hacen referencia a las
provisiones que el grupo debe alcanzar para cubrir así los activos
tóxicos vinculados al sector del ladrillo.
Como ha venido siendo
habitual desde la promulgación del decreto entre todas las entidades que
necesitaban alcanzar los nuevos requisitos, también los gestores de BMN
han confiado en que los excedentes redujeran en parte las necesidades
de capital. Sus esperanzas se cifraban además en el saneamiento de las
cuentas con la siempre socorrida apelación a la optimización de los
recursos, el recorte de gastos y otras medidas para mejorar la eficacia
de sus activos.
Y por supuesto confían en la prórroga a la que
quieren agarrarse como clavo ardiendo si se hacen en la subasta con el
Banco de Valencia.
Las dificultades del grupo para poder cumplir
con las nuevas exigencias no son nuevas. Ya hace ahora un año, cuando el
Banco de España dio a conocer en marzo del 2011 las necesidades más
modestas de recapitalización del grupo, según el plan ideado por Elena
Salgado, llegó a hablarse de la renuncia de Carlos Egea que daría paso
al prestigioso economista Luis de Guindos. Medios murcianos recordaban
entonces que De Guindos era en ese momento consejero de la entidad y
hombre muy cercano a Rodrigo Rato, con el que ocupó altos cargos en el
Ministerio de Economía durante los gobiernos de Aznar.
El relevo,
decían entonces, tendría ya el visto bueno del propio Banco de España y
de la sede central del PP en Génova 13, ante la no objeción del
presidente del PP murciano y de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis
Valcárcel, en aras de un entendimiento posible para incorporar a Caja
Duero y Caja España, ambas radicadas en Castilla-León, feudo del PP, al
banco 'Mare Nostrum'.
Los directivos de ambas entidades
castellanas parecían esgrimir su falta de entendimiento con Egea Krauel
para no terminar de rematar un acuerdo y verse obligadas a negociar con
'Unicaja', en la órbita del PSOE.
Es evidente que se trata de un
capítulo no cerrado. Cuando un ministro dice que no descarta que las
entidades creen sociedades intermedias para depositar sus activos
inmobiliarios, es que ya están en ello. Y será un proceso de más de un
día.
(*) Periodista
(*) Periodista
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