VALENCIA.- Miles de personas han salido este jueves a la
calle en las tres capitales de provincia de la Comunitat Valenciana en
protesta contra los recortes en servicios públicos derivados del decreto
1/2012 del Consell y por la asunción de responsabilidades en el
Gobierno autonómico.
La manifestación, convocada por UGT, CCOO, CSI·F, FSES e
Intersindical Valenciana ha contado con una participación de 20.000
personas en Valencia, 10.000 en Alicante y 3.000 en Castellón, según las
cifras de los sindicatos, y se ha procedido a la lectura de un
manifiesto conjunto en el que las centrales han criticado que el
Ejecutivo valenciano pretenda compensar "el derroche, el abuso de poder y
una nefasta gestión de los recursos" con recortes y "despidos masivos"
en el sector público.
En Valencia, la marcha ha partido pasadas las 19.30 horas de la
calle Xàtiva y ha recorrido las principales calles del centro de la
ciudad en un ambiente festivo y sin registrarse ningún incidente. Muchos
de los asistentes portaban las ya tradicionales camisetas negras en
defensa de una educación pública y de calidad, aunque también ha habido
representación de otros sectores como médicos y enfermeros, trabajadores
de la EMT, miembros de la Policía Local o trabajadores de Radio
Televisión Valenciana (RTVV).
Entre los manifestantes, destacaba un grupo autodenominado
'iaioflautas' cuya intención es "impedir que se arruine el futuro" de
sus hijos y nietos, o un hombre que aseguraba ladrillo en mano que la
crisis es una "estafa" y advertía: "Europe, game is over" ("Europa, el
juego se ha acabado").
Asimismo, algunos asistentes portaban gorros en los que podía
leerse "prou" ("basta"), otros advertían de que los recortes en sanidad
"pueden matar", emulando los mensajes de las cajetillas de tabaco, y los
más atrevidos aseguraban querer ser "como Islandia", país que llevó
ante los tribunales a su expresidente y a un grupo de empresarios para
asumir la responsabilidad de la crisis.
Momentos antes del inicio de la marcha, el secretario general de
CCOO-PV, Paco Molina, ha criticado las políticas puestas en marcha por
los Gobiernos central y autonómico, que "esquilman" los servicios
sociales y ha lamentado que aquellas personas que han llevado al país a
la situación actual no sólo "no quieren asumir ante la sociedad su
responsabilidad con toda la desvergüenza", sino que tampoco comparecen
para explicar de qué manera se ha llegado a esta situación.
A su entender, es "inaudito que en un país civilizado y del primer
mundo" no se lleve a las instituciones públicas a los responsables que
tenían que velar por el normal funcionamiento de la economía nacional
para explicar "qué han hecho". Asimismo, ha lamentado que las
instituciones "tengan chantajeadas las condiciones de vida de las
personas" amenazando "con más recortes, más privatizaciones, pérdida de
protección por desempleo o el aumento de la edad de jubilación.
Molina ha insistido en que "la quiebra de este país no está en el
mercado de trabajo ni en los derechos de las personas, sino en la usura"
de personas que deben asumir ahora "la responsabilidad pública,
jurídica y civil, si es menester en los juzgados".
Por su parte, el secretario general de UGT-CV, Conrado Hernández,
ha resaltado que "no es posible que la carga de la crisis esté siempre
encima de la gente que tiene menos capacidad y está desprotegida" y ha
asegurado al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que los
ciudadanos están dispuestos a hacer sacrificios siempre que el reparto
"sea más equitativo".
Así, ha indicado que "no es de recibo" que sólo se recorte en
servicios sociales, sanidad y educación mientras en el sistema
financiero, concretamente en Bankia, "nadie pide responsabilidades".
El presidente de CSI·F Comunitat Valenciana, Daniel Matoses, ha
criticado que "sin diálogo y sin negociación no puede haber acuerdo" y
ha instado a las administraciones a recortar "en lo superfluo", mediante
la reducción del número de asesores, por ejemplo, y se apueste por la
reactivación económica y por salir de la crisis por la vía de los
ingresos.
Su homólogo en Intersindical Valenciana, Vicent Maurí, ha abogado
por la apertura de un proceso negociador "real" entre sindicatos y
Consell sobre la base de que "la sanidad y la educación son intocables".
A su juicio, "se puede sacar dinero de otros ámbitos, porque dinero
hay" y ha apuntado que si bien las cantidades que se recortan en estos
dos ámbitos "comparado con el déficit no son significativas", sí son
esenciales para garantizar unos servicios de calidad.
En el manifiesto leído al término de las tres manifestaciones
simultáneas, los convocantes han criticado que el Consell "resta
servicios, sube impuestos, y trata como ciudadanos de segunda" a los
valencianos mientras "no persigue el fraude, ni siquiera el más cercano,
el que existe entre sus propios responsables políticos".
Asimismo, han lamentado que también continúa invirtiendo en
grandes eventos "que no producen casi beneficios a nadie" y "sigue
manteniendo en altos cargos a personas imputadas". No obstante, las
organizaciones sindicales han advertido de que continuarán con las
movilizaciones para luchar por "todos y cada uno de los derechos
básicos" conseguidos "con mucho esfuerzo a lo largo de décadas".
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