VALENCIA.- El exconseller de Sanidad Luis Rosado ha
negado ante el juez del 'caso Gürtel' del Tribunal Superior de Justicia
de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que desde su entonces departamento se
fraccionaran contratos para favorecer a presuntas empresas de la trama,
como Orange Market S.L., Easy Concept o Diseño Asimétrico.
Luis Rosado estaba citado este lunes en el tribunal valenciano
para declarar, en calidad de testigo, en la pieza 5 del 'caso Gürtel',
que investiga presuntas irregularidades en las contrataciones entre la
Generalitat y empresas de la trama.
En concreto, Rosado tenía que acudir al TSJCV a las 10.45 horas,
aunque se ha presentado unos 10 minutos antes, y ha salido del
interrogatorio sobre las 13.15 horas. Junto a él, estaban citados otros
testigos relacionados con la Conselleria de Sanidad, como el ex director
general de Farmacia José Clérigues o la ex directora general de
Asistencia Sanitaria, Marisa Carrera.
Rosado, quien ya tuvo que declarar como testigo en enero del
pasado año, en la conocida como 'causa de los trajes' dentro del 'caso
Gürtel', ha tenido que responder este lunes por un contrato menor que
firmó en un cargo anterior a conseller con Orange Market por importe de
11.900 euros. Ha indicado que esta mercantil era de una de tantas con
las que se trabajaba anteriormente.
Este contrato se firmó para la realización de un vídeo promocional
por una visita del expresidente de la Generalitat Francisco Camps al
Hospital Clínico de Valencia con motivo de una cesión de terrenos por
parte de la universidad. Sobre el mismo, el exconseller ha mantenido la
misma versión que ofreció hace un año, es decir, que en ese momento
desconocía la empresa que era.
Asimismo, Rosado, quien estuvo como conseller de Sanidad durante
un año y medio, desde junio de 2011 hasta diciembre de 2012, ha
reiterado que desconocía que para el mismo acto se hubiera contratado
también con Easy Concept y con Diseño Asimétrico --presuntas empresas de
la trama--. En total hubo cuatro contratos relacionados con este acto
por parte de distintas direcciones generales, cuyo importe ascendió a
47.000 euros.
Sobre este extremo, este lunes ha defendido lo mismo que expuso
hace un año, que desconocía esta afirmación ya que él solo controlaba el
contrato que firmó, por 11.900 euros, y ya fue luego cuando se enteró
de que la postproducción fue para otra empresa. Así, ha negado que esto
supusiera una fragmentación de contratos.
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