El grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía se hizo
cargo de la investigación de la muerte del canónigo emérito de la seo,
Alfonso López Benito, de 85 años y cuyo crimen trascendió a media mañana
de este pasado martes.
El Arzobispado de Valencia emitió un comunicado en el que explicaba
que había tenido conocimiento de la muerte del sacerdote a través de la
Policía Nacional y de los medios de comunicación y se puso a disposición
de las autoridades por si su colaboración pudiera servir para el
esclarecimiento de los hechos.
Fue el portero del edificio el que encontró el cadáver, tras lo que
se activó el dispositivo policial. Un conocido del fallecido se acercó
al lugar para comunicar a los agentes que alguna persona estaba
utilizando el móvil del sacerdote para hacerse pasar por él cuando ya
estaba fallecido.
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