El buitre leonado llegó «casi a desaparecer» en la Comunitat
Valenciana, pues llegaron a quedar un mínimo de tres parejas recluidas
en el norte de Castellón en los años 70, mientras que ahora se reproduce
en las tres provincias, ha destacado la Generalitat en un comunicado.
En la provincia de Castellón, la población nidificante de buitre
leonado se censa por el personal de la Conselleria de Medio Ambiente
desde 1990, que se encarga del seguimiento de campo y de la coordinación
de la información recibida.
En concreto, durante 2023 se han localizado 84 puntos de
nidificación, tras contabilizar 477 parejas reproductoras y se ha
estimado «el éxito reproductor» en 68 colonias diferentes con un total
de 450 parejas. En este sentido, se han registrado 284 pollos, por lo
que se obtiene un valor de 0,63 pollos/pareja para el conjunto de la
población, un valor superior al obtenido el año anterior.
El director general de Medio Natural y Animal, Raúl Mérida, ha
indicado que la primera reproducción en la provincia de Valencia «se
comprobó en 2011, con una pareja en Tuéjar, y desde entonces el número
de parejas no ha dejado de aumentar en la comarca de La Serranía».
Esta
ave se había extinguido como nidificante hacia los años 70 en esta
provincia.
«En 2012 apareció una pareja en el sur de Valencia, concretamente en
el municipio de Ontinyent, sin duda como resultado de la expansión del
núcleo reintroducido en el norte de Alicante, población que ha ido
fluctuando entre cero y tres parejas según el año», ha apuntado.
La
especie empezó a reproducirse en 2018 en el Rincón de Ademuz y en las
Hoces del Cabriel, donde ubicaron sus nidos en la ribera manchega.
Como novedad, se ha detectado la reproducción de la especie en Chera,
cerca del embalse de Buseo, donde se ha reproducido una pareja, por lo
que el censo de buitres de la provincia de Valencia es superior a la del
año pasado, tras estimarse la población en 139 parejas.
Por último, en la provincia de Alicante, como resultado de un
programa de reintroducción iniciado por la asociación FAPAS-Alcoi en
2000, el buitre volvió a nidificar en la provincia en 2004. Desde
entonces, la especie ha incrementado su población y se ha reproducido en
distintos puntos próximos a Alcoy, tras expandirse hacia el sur.
La población alicantina ha experimentado una «ligera recuperación»
después del «descenso progresivo» observado en la última década,
respecto al máximo de 33 parejas en 2012, con la aparición de dos
colonias nuevas, con tres parejas en cada una de ellas.
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