VALENCIA.- Entre 35.000 y 40.000 de valencianos y devotos desfilaron durante este
miércoles ante la Mare de Déu dels Desemparats en el acto del Besamanos
público que acoge, como cada año tras la festividad de la patrona de la
ciudad de Valencia, la Basílica de la Virgen.
El templo ha
abierto sus puertas a las 06.30 horas, y en ese momento la plaza de la
Virgen ya contaba con centenares de devotos a la espera de poder acceder
a la Basílica, algunos de ellos desde la tarde de este martes, ha
informado el Arzobispado de Valencia en un comunicado.
Desde
ese momento, el paso de fieles ha sido "continuo, sin parones" y
coordinado por miembros de la Hermandad de Seguidores, que atienden los
accesos, junto a la corte de honor y los Eixidors.
El
presidente de la Hermandad de Seguidores de la Virgen, José Luis
Albiach, ha destacado que la asistencia durante las primeras horas de la
jornada " superó las expectativas" y ha indicado que el paso de
devotos transcurría "de forma fluida y con mucho respeto".
"La gente
viene a los pies de su Madre y eso es lo importante, es muy emocionante
ver cómo los valencianos acuden con sus plegarias y se desmontan ante la
Mare de Déu", ha señalado.
A lo largo de todo el día han pasado etre 35.000 y 40.000 personas ante la Mare de Déu,
entre los que han desfilado numerosos niños, acompañados por sus
madres y padres, bebés, recién nacidos y ancianos.
Igualmente,
ha participado en el Besamanos la Fundación Mare de Déu dels Innocents i
Desamparats (Maides), dedicada a la atención integral de personas con
enfermedad mental crónica y en riesgo de exclusión social.
Trabajadores, voluntarios y usuarios de la fundación se han acercado a
los pies de la patrona, acompañados por su presidente, Marcos Pascual,
el rector de la Basílica, Melchor Seguí, y la Camarera de la Virgen, Dolores Alfonso.
La imagen peregrina de
la Virgen, instalada a los pies el altar a la altura de los fieles, lucía
durante el Besamanos un manto de lino de color gris con bordados en
hilo de oro viejo, con las puntillas en plata, confeccionado por el
artista valenciano Pedro Arrúe.
El manto ha sido un regalo
personal de una integrante de la corte de honor de la Virgen, en
ofrecimiento a su familia.
"Este día es muy emocionante porque la
Basílica está abierta de par en par y la Madre está esperando a que
vengan sus hijos a verla, motivo por el que nos gusta que estrene manto
cada año", ha afirmado Alfonso, que animaba a los valencianos a
"venir a verla y a besar su mano, porque una madre siempre quiere tener
cerca a sus hijos".
La cola de fieles estaba distribuida en 'zig
zag' a lo largo de toda la plaza de la Virgen para acceder al templo
por las Puertas de Bronce. Además, se ha habilitado un paso preferente
para bebés, niños pequeños y personas con movilidad reducida o enfermas,
que podían acceder al templo por una de las puertas laterales de la
plaza.
El Besamanos a la
Mare de Déu cuenta con el apoyo de la Policía Local, Protección Civil,
servicio de ambulancia y la Cruz Roja, que a lo largo de la mañana ha
tenido que atender "algún caso" de lipotimia debido al calor.
Por su parte, la imagen original de la Virgen de los Desamparados que
preside el altar mayor permanecía durante este miércoles girada hacia su
camarín, donde se celebra el culto ordinario. Igualmente, los donativos
que se recojan tras la jornada del Besamanos se destinarán a la obra
social que impulsa la Basílica.
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