BARCELONA.- El desastre provocado por la DANA era quizás inevitable, pero la indiferencia que siguió por parte de la clase política fue una elección consciente y cobarde. Esa desconexión entre la política y la ciudadanía nunca ha sido tan evidente ni tan dolorosa.
Mientras los ciudadanos se enfrentaban al caos, rescataban a sus vecinos y reconstruían sus hogares con sus propias manos, aquellos que se autodenominan líderes nos dejaron solos, atrapados entre la devastación y el olvido.
No olvidaremos a las víctimas, ni a los verdaderos héroes que se dejaron la piel para ayudar a los suyos; ellos sí estuvieron presentes, ellos dieron ejemplo. Pero tampoco olvidaremos la traición, la desidia y el abandono de aquellos que prometieron protegernos y nos fallaron en el peor momento.
Esta traición quedará grabada, y no podrán huir de esta vergüenza; os perseguirá para siempre, porque cuando España necesitaba respuestas y apoyo, solo encontró el eco de sus propias súplicas.
Video de Marc Vidad sobre la catástrofe de Valencia:
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