Pallardó se pronunció en estos términos en Valencia durante una rueda de prensa, en la que indicó que "no es posible" resolver "sin sacrificio alguno" algunas cuestiones como el desequilibrio exterior de la economía española, y planteó que existen "dos posibilidades" para evitar posibles efectos negativos en la economía real, "ajustar los salarios reales a la baja o destruir empleo".
Así, preguntado por el hecho de que los trabajadores de Almusafes critiquen que la compañía adopte medidas que afectan a su salario o a su puesto de trabajo --como el ERE temporal vigente hasta diciembre-- a pesar de obtener beneficios, aseguró que entiende esa postura, pero recalcó que "no es una entidad aislada", sino "parte de una multinacional a la que las cosas le van mal".
En este sentido, señaló que las tres grandes del automóvil de Estados Unidos "están en horrible situación", por lo que "las plantas que dan beneficios a lo largo del mundo, los tienen que seguir proveyendo, porque si no, se vienen abajo las compañías".
Pallardó incidió en que "las plantas que están dando beneficios está claro que tienen que hacer un sacrificio", tanto los "trabajadores" como los "proveedores", a los que "seguro que les están apretando al máximo en Ford de Almusafes y en cualquier otra gran factoría de automóviles", apostilló.
El máximo responsable del OCEI hizo hincapié en que la competencia asiática en el sector del automóvil "es tan extraordinariamente fuerte y tan eficiente" que "es difícil competir produciendo en Occidente", de modo que "no sólo hay que ser muy bueno y muy productivo, sino hacer sacrificios".
En este sentido, reconoció que a pesar de que "puede parecer injusto", son las plantas que generan beneficios "las que están salvando a Ford de desaparecer" y subrayó que, de hecho, "si algo salva a la planta de Ford de Almusafes, como a otras, es que genera beneficios".
Pallardó defendió que "una multinacional es una multinacional" y "tienen que tener plantas que den beneficios", por lo que dijo conformarse "con que salvaran los empleos", ya que "no son los empleos de Ford" y los efectos directos, sino también "los de la industria auxiliar y los de los servicios que dependen de ellos", con los consiguientes efectos indirectos e inducidos.
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