Según indicaron fuentes de la empresa, se trata de una modificación realizada en virtud de la constante revisión de los programas de producción de la compañía, que les llevó a confirmar que "durante el mes de febrero se parará la producción todos los viernes, a lo que se suma también la última semana de febrero".
Asimismo, señalaron que "en marzo, podría darse el caso de continuar con los paros los tres viernes que hay", ya que el viernes 20 es festivo para los trabajadores de la planta, aunque recalcaron que "por el momento, únicamente se adelantan esos ocho días de los doce aprobados", y que inicialmente se iban a distribuir a razón de un paro cada 15 días durante el primer semestre.
Al respecto, el máximo responsable de CCOO en la planta, Miquel Rosaleny, apuntó que la empresa achacó esa decisión a que "ha habido una reducción de la producción de todos los modelos que se fabrican en Europa", con una caída superior al "20 por ciento hasta final de año", y "un descenso también de la previsión inicial de fabricación, que se traduce en adelantar a febrero la mayoría de los paros que faltaban del ERE".
Rosaleny destacó que "si finalmente la empresa agota esos doce días entre febrero y marzo, el ERE terminaría mucho antes de la finalización del primer semestre, y no en el segundo como estaba previsto", de modo que "si la situación no mejora" durante el primer trimestre, "en marzo" se verán "inmersos en otro proceso de regulación de empleo, con la presentación de un nuevo ERE u otra situación de ajuste diferente", dijo.
Sobre este punto, el secretario general de UGT en la factoría, Gonzalo Pino, planteó que "si los paros que quedan se agotan en el mes de marzo, habrá que ver qué ocurre a partir de ahí y cómo va la evolución del mercado", cuya situación "sigue muy complicada".
El representante del sindicato mayoritario confirmó que "en principio se mantiene el objetivo de producción del Fiesta y el Focus", consistente en alcanzar las 600 o 700 unidades del Fiesta en las próximas tres o cuatro semanas, de modo que, unidos al Focus, sumarían un total de 1.700 vehículos diarios.
No obstante, recalcó que "al margen de que se alcance esa curva de lanzamiento del nuevo modelo, eso no significa que se vayan a mantener esos niveles de producción si no hay demanda, por lo que habría que sentarse de nuevo a negociar la situación de los próximos meses", explicó Pino.
Así, señaló que "la empresa tendrá que plantear qué hace si la situación continúa igual", y confió, en este sentido, en que "opte por una solución parecida a las anteriores, con un nuevo expediente de regulación de jornada temporal, y no se lo ocurra hacer ningún planteamiento que vaya más allá de esa situación, que pese a ser traumática es un mal menor", subrayó.
Por último, la máxima responsable de CGT en la planta, Francisca Cuesta, lamentó la decisión adoptada por la dirección de la factoría valenciana y aseguró que, a su juicio, se trata de "una medida que toman para presionar en la negociación del convenio colectivo que hay en marcha".
En este sentido, criticó que "la empresa vaya a agotar casi todos los días del ERE en un mes y no durante el primer semestre, cuando poco puede haber cambiado la producción" desde que presentó el mismo.
"Cada 15 días cambian de parecer a expensas de lo que necesitan en ese momento, en este caso con una nueva decisión impositiva basada en la producción del último semestre, que además no es real porque no se hizo en Almussafes, sino en Alemania", recalcó Cuesta, quien defendió que "lo que deben hacer es coordinar la producción con el resto de Europa".
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