"Es inevitable la intervención de algunas entidades, es el camino más rápido y eficaz, porque permite distinguir entre activos buenos y malos", en contraposición con la nacionalización, dijo el presidente del BBVA, para quien "hay que aislar a los jugadores débiles para que la economía se recupere".
González, que participó en la conferencia internacional de ABC sobre 'Europa y América ante los cambios', abogó por la intervención y por utilizar el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) para sanear entidades, y devolver luego al sector privado la entidad ya saneada.
En este sentido, insistió en la necesidad de que las ayudas públicas que puedan recibir bancos y cajas sean "temporales y condicionadas" a un plan de reestructuración de la entidad en cuestión.
"En España hasta ahora no ha habido problemas de solvencia, pero la duración y profundidad de la crisis determinará si finalmente habrá problemas de solvencia en algunas entidades, por lo que hay que estar preparado para evitar el mayor impacto", aseveró González.
Para fortalecer el capital de las entidades que lo necesiten se requiere un alto grado de cooperación entre países que permita mantener un campo de juego justo, sin distorsiones graves en el mercado, consideró González, que calificó la crisis actual como "la más grave de los últimos 70 años" y auguró que será "muy fuerte y de larga duración", lo que obliga a trabajar al unísono a toda la sociedad civil.
González incidió en que en España no ha habido ayudas públicas, lo que convierte al país en el único del mundo occidental cuyo sistema financiero no ha necesitado inyecciones de capital, ya que los programas de ayudas se han centrado en apoyar la liquidez vía compra de activos y vía avales a las emisiones bancarias, que no tienen por qué provocar "ningún quebranto público" y contribuirán a paliar la desaceleración del crédito.
El presidente del BBVA explicó que el banco no ha recurrido a estos apoyos del Gobierno español dada su "responsabilidad" de buscar de financiación por sus propios medios y de "dejar más espacio" a otras entidades con menor 'rating' y, por tanto, con mayores dificultades para encontrar financiación.
Según concretó, el BBVA ha sido capaz de realizar una emisión de 1.000 millones de euros en el mercado. "No hemos hecho uso (de los apoyos del Gobierno) ni vamos a hacerlo en un tiempo", dijo González, tras recalcar que estas facilidades no son ayudas porque tienen un coste para las entidades. Asimismo, indicó que el BBVA es "el primer distribuidor" de productos del ICO
Sobre la evolución del crédito, constató que se está desacelerando y que "no puede ser de otra manera" a la luz de la evolución del PIB y el elevado endeudamiento de familias y empresas respecto a otros países, pero recalcó que los criterios de concesión de crédito "no han variado de forma significativa".
En este sentido apuntó el "enorme esfuerzo" en términos de renegociaciones de créditos que están llevando a cabo bancos y cajas de ahorros para evitar embargos de hogares y que las empresas no dejen de funcionar por falta de préstamos. "Esto es lo último que queremos, y esto no aparece en las cifras de crédito", argumentó.
Aunque recalcó que es peor no dar un crédito a alguien que lo puede devolver que dárselo a quien no puede, González afirmó que un banco no debe dar un crédito más allá de lo que la prudencia exige. "Haríamos un flaco favor al financiar un mal proyecto, porque esto sólo detrae recursos que podrían destinarse a proyectos más sólidos", alegó. "Sería inútil y contraproducente que los bancos forzaran la máquina", apostilló.
En este contexto, González auguró la reconversión industrial de la banca, ya que "no es posible que la banca minorista siga trabajando como hasta ahora", con una fuerte presencia física y una escasa presencia virtual. Este último pilar" avanzará de forma importante, ya que habrá pocos bancos físicos ganadores" en el nuevo escenario que se abra tras la crisis.
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