Ford, que lidia con la peor depresión del mercado automovilístico en 27 años, está considerando vender el negocio, después de desprenderse del resto de su división de coches de lujo, que incluía a las marcas Aston Martin, Jaguar y Land Rover.
"Nos hemos puesto en contacto con varias partes que han expresado su interés por el futuro de Volvo. Ford ha quedado satisfecha por el número y calidad de esas partes", comentó John Gardiner, director de comunicaciones estratégicas de Ford Europa, en el mensaje a los empleados.
"Hemos tenido conversaciones preliminares para determinar el nivel de interés que tienen en el negocio de Volvo y estamos hablando con más detalles a esas partes sobre el futuro de Volvo", añadió.
Gardiner dijo que el proceso podría llevar a la venta del negocio, pero que no se había tomado una decisión final y que las negociaciones podrían tomar "un tiempo". El directivo no quiso identificar a los interesados.
El mes pasado, una fuente con conocimiento directo del asunto dijo que la automovilística china Chery Automobile había mantenido conversaciones con Volvo.
El periódico financiero sueco Dagens Industri, que citó fuente anónimas, también nombró a las fabricantes chinas Dongfeng Motor Group y Chongqing Changan Automobile, así como a "una constelación europea", como posibles compradores.
Volvo registró en el cuarto trimestre del año unas pérdidas por valor de 736 millones de dólares (unos 547 millones de euros) antes de impuestos, en caída de ingresos de un 35 por ciento, a 3.300 millones de dólares.
Citigroup y JPMorgan están asesorando a Ford.
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