"Sólo hemos venido para solicitar poder hablar con un interlocutor del grupo español Boluda, de la que UNM es una filial, sobre la reindustrialización del lugar y sobre nuestros empleos", declaró Olivier Mateu, del sindicato CGT, añadiendo que "no se trata de secuestrar a nadie".
Los trabajadores de UNM abandonaron las oficinas sin haber obtenido lo que buscaban, después de una amenaza de intervención de las fuerzas del orden.
"Boluda ha demostrado una vez más que le da igual las 130 familias" de los trabajadores despedidos después de la liquidación judicial de UNM , el 10 de marzo, se lamentó Mateu.
Los trabajadores de UNM entraron en las oficinas de Boluda Francia, especializado en los remolques, según varias fuentes concordantes.
El director de las operaciones y el director financiero de Boluda Francia señalaron que no se sintieron "para nada secuestrados" pero prefirieron pedir a los trabajadores que se fueran.
"Los asalariados de UNM nos pidieron hablar con un responsable del grupo sobre la reindustrialización de la empresa, la reclasificación del personal y las negociaciones del plan social", declaró el director financiero de Boluda Francia, Lionel Hoarau.
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