Además, señaló que en la actualidad aplican "la política de la mentalidad del hombre pobre", consistente en que "uno puede seguir haciendo cosas e innovar sin necesidad de tener que, para cada cosa, hacer un proyecto millonario".
Adés se pronunció en estos términos hoy en Valencia durante su intervención en la jornada 'Estrategia, innovación y productividad: claves para competir en el entorno actual' que organiza la Asociación para el Progreso de la Dirección (ApD), acto en el que defendió la importancia de apostar por la innovación, aunque reconoció que "las prioridades han cambiado en Almussafes" por la crisis actual.
Explicó, en este sentido, que "gran parte de su presupuesto está invertido en mano de obra", de modo que "cuando baja un 30 por ciento la demanda de vehículos, lo que tiene automáticamente es exceso de mano de obra" y "hay que rápidamente reestructurar", de acuerdo con el plan de transformación diseñado por la multinacional del óvalo.
Preguntado tras acabar el encuentro por el alcance que pueden tener las medidas que deberán adoptar en la factoría de Almussafes, Adés señaló que, por el momento, "lo que hay es un ERE para 1.100 trabajadores hasta finales de diciembre de este año". "Luego veremos la evolución de mercado y en función de la evolución de mercado, se verá qué necesidades hay o deja de haber", añadió.
Señaló, no obstante, que el rechazo de la propuesta de convenio presentada por la dirección por parte los trabajadores en el referéndum del pasado 7 de abril, deja a la planta "en un 'impasse'", puesto que la empresa retiró "la oferta de la mesa" y está "esperando a que los sindicatos que se han manifestado o que han promovido el voto negativo dentro de la factoría vuelvan a decir algo".
Recordó así que "hubo un grupo de sindicatos que promovieron ese 'no'", en alusión a CCOO, CGT y STM, y reivindicó que son esas organizaciones quienes "tienen que decir algo en este momento". "Yo no sé bien lo que quieren en estos momentos", agregó Adés.
Respecto a si esa situación hace más vulnerable a la factoría valenciana, a la que se refirió durante su intervención como "una de las mejores en Europa", manifestó que "en este momento", la planta tiene "una carga de trabajo determinada" y ha "pasado a dos turnos de producción" tras la eliminación del turno de noche.
"En los próximos meses, en función de la demanda que haya, seguiremos trabajando, pero para el futuro, la compañía se reserva como siempre el derecho a decidir qué es lo que va a hacer", resaltó Adés, quien apuntó que por el momento la demanda del Fiesta es "muy buena". De hecho, durante su intervención resaltó que este modelo "funciona fantásticamente bien"."No podemos hacer suficientes", dijo.
Antonio Adés defendió asimismo que pese a tratarse de "una de las épocas más duras" que ha vivido, "innovar no es sólo inventar, sino mejorar lo existente" y que, de hecho, "a la innovación nada la motiva más que la necesidad". Relató que en sus comienzos en la Ford de Argentina, trabajó con esa "mentalidad del hombre pobre" que "en estos momentos se está aplicando, por lo menos, en la Ford de Almussafes".
"Siempre hay formas y maneras de encontrar soluciones de bajo costo pero de mucho ingenio que, al final, logran si no el 100% del objetivo que uno persigue, un alto porcentaje", defendió Adés, quien aseguró que es sorprendente la cantidad de cosas que "se pueden hacer sin una necesidad de capital intensa".
Por otro lado, explicó que el plan de transformación de Ford se basa en cuatro principios básicos "aplicables hace dos años, hace uno y en este momento", el primero de ellos, llevar a cabo "una reestructuración agresiva para operar de forma rentable de acuerdo con la demanda", ya que la "sobrecapacidad productiva" le "cuesta demasiado" a la compañía y le obliga a "reestructurar, y muy rápido, para ponerse con la capacidad productiva adecuada".
Citó, a modo de ejemplo, que el descenso de la demanda en Estados Unidos, pasando de 17,5 millones de unidades en el primer trimestre de 2008 a 9,6 millones en abril de este año, motivó una reducción de la plantilla "en 50.000 personas en aproximadamente dos años", así como el cierre --ya efectivo o "en proceso"-- de "17 factorías". "Y no sabemos si será suficiente, depende de cómo siga el mercado". "No son acciones fáciles ni agradables, pero son absolutamente esenciales para la supervivencia", sentenció Adés.
El plan incluye también la necesidad de "tener productos atractivos" para mejorar los ingresos; obtener "dinero para financiar el plan y mejorar la cuenta de resultados", lo que Ford logró hipotecando todos sus activos para obtener 24.000 millones de dólares de crédito; y "aprovechar de manera efectiva las sinergias que vienen de ser un único grupo global".
"Hoy en día vemos un cruce de productos de un lugar a otro prácticamente sin cambios, lo que representa una de las grandes oportunidades para devolver a la compañía a la rentabilidad", dijo.
En otro orden de cosas, preguntado por la posibilidad de emprender acciones legales contra la sección sindical de CCOO en Almussafes por haber dado a conocer un documento secreto que recogía el acuerdo entre Ford Europa y UGT, aseguró no tener "nada" en su "escritorio" sobre esta cuestión. "Eso lo verá la gente que se ocupe de estas cosas, yo no me meto en peleas sindicales", concluyó.
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