Concretamente, el estudio indica que Bancaja dedica un 22,8% (84 millones de euros) de sus beneficios para Obra Social mientras que Caja Mediterráneo, con 49 millones de euros, no supera el 12,7%.
Otro de los datos indica que la CAM destina una mayor proporción (37%) de su presupuesto social para iniciativas sociales y sanitarias y Bancaja incide en las iniciativas culturales (40,8%).
Además, el estudio señala que las grandes cajas de ahorro "refuerzan sus fondos de reserva a costa de la subvención para iniciativas sociales".
En el análisis realizado por Consumer Eroski se ha analizado a Caja Cantabria, Caja Rioja, Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), Kutxa, Caja Vital, Caixanova, Caixa Galicia, Caixa Catalunya, Caja Sur, Unicaja, Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI), Ibercaja, CAM, Caja Murcia, Caja España, Caja Duero, Caja Madrid, Cajastur, La Caixa, Bancaja y Caja de Ahorros de Navarra (CAN).
Los responsables del estudio han explicado que se consultaron sus memorias y cuentas anuales y se remitieron cuestionarios cerrados a los responsables de la Obra Social de cada una de ellas.
Han añadido además que si se comparan los resultados con los obtenidos en un estudio similar elaborado en 2004, "se observa una realidad con dos caras".
Por un lado, el crecimiento de la inversión social en términos cuantitativos es más que notable: de 677 a 1.654 millones de euros (1.338 millones si sólo se incluyen las quince entidades evaluadas hace cinco años). Sin embargo, si se toma como referencia el porcentaje sobre beneficios, se comprueba una tendencia descendente generalizada.
Las mismas fuentes han hecho hincapié en que el crecimiento de la inversión de las cajas de ahorro en iniciativas sociales "se ha producido de manera fundamental por el aumento de los beneficios y no por el crecimiento de los porcentajes dedicados a estos fines, afectados por la necesidad de reforzar las reservas de las entidades".
La normativa, vigente desde 1992, exige a las cajas de ahorro dedicar como mínimo la mitad de sus beneficios para el fondo de reservas que garantice su solvencia y futuro económico. En el caso de Bancaja y CAM esa partida supone el 77,2% y el 87,3%, respectivamente, de sus ganancias en 2007.
El 22,8% restante en el caso de Bancaja y el 12,7% en CAM se destinó para financiar la Obra Social de estas dos entidades valencianas durante 2008.
Así, de los 386 millones de euros que ganó CAM, 49 millones de euros (en los que se incluyen gastos de amortización y administrativos) se dedicaron íntegramente a sufragar las actividades de su Obra Social durante el año pasado.
Pese a lograr un beneficio menor, Bancaja invirtió casi el doble, 84 de sus 369 millones de euros de beneficios. En cualquier caso, ambas entidades de ahorro se encuentran por debajo de la proporción media para Obra Social de las veintiuna cajas analizadas, un 26%.
No obstante, las diferencias se reducen o desaparecen cuando se comparan con las dos principales cajas del país, La Caixa y Caja Madrid, pues la proporción de Bancaja para fines sociales es superior a la de la entidad catalana (un 18,7%, 465 de sus 2.488 millones de euros de beneficios) y casi triplica a la madrileña (un 8,7%, 250 de los 2.861 millones de euros de beneficios).
En el estudio se indica que la CAM queda detrás de La Caixa, pero rebasa la proporción de Caja Madrid.
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