Campos, en principio, no recurrirá el auto del caso Camps, en el que el juez instructor José Flors rechazaba el archivo solicitado por los otros tres imputados -el presidente valenciano, Francisco Camps; su número dos, Ricardo Costa, y el ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo, Rafael Betoret- y acordaba continuar con la investigación de un presunto delito de cohecho pasivo impropio, recogido en el artículo 426 del Código Penal.
La decisión de Campos, el único de los tres cargos del PP que fue dado de baja de militancia por la dirección nacional del partido y al que sus compañeros han dejado en el ostracismo, pone patas arriba la estrategia del presidente de la Generalitat y del secretario general de los populares valencianos. Ambos insisten en que no recibieron regalos de El Bigotes.
Campos defenderá ante el juez que recibió regalos, que lo hizo en razón de amistad y que nadie le pidió nada a cambio. Su defensa esgrimirá, además, que nunca interfirió en proceso de adjudicación alguno y que los hechos que se le imputan podrían haber prescrito. Campos sólo se plantea recurrir el auto del Tribunal Superior por considerar que parte de los hechos que se le imputan han prescrito.
La decisión de Campos supone un cambio en la estrategia mantenida hasta ahora en el proceso. El ex vicepresidente del Gobierno valenciano, en su declaración ante el juez instructor José Flors, había manifestado que había pagado los trajes recibidos -igual que los otros tres cargos-, recurrió su imputación y llegó a presentar una solicitud de archivo.
Ahora, después de que el auto le vincule con, al menos, un pedido de tres trajes, dos americanas y cinco pantalones, valorados en 4.850 euros y pagados por Pablo Crespo, copropietario de Orange Market y uno de los cabecillas de la trama, Víctor Campos ha decidido adoptar otra línea de defensa.
El auto del magistrado José Flors lo explica así: "[en 2005] Álvaro Pérez y José Tomás [sastre y principal testigo de cargo] acudieron al despacho oficial de Víctor Campos Guinot, que desempeñaba el cargo de vicepresidente del Consell de la Generalitat valenciana, en cuyas dependencias el señor Tomás [el sastre de Milano y Forever Young] le tomó medidas y le exhibió el muestrario de telas, recibiendo el encargo de varias prendas de ropa".
El cambio de rumbo de la defensa del Víctor Campos coloca a Camps y a Costa ante un nuevo aprieto. El ex vicepresidente de la Generalitat se retiró de la política en la primavera de 2007, justo antes de la campaña electoral autonómica. Campos, a diferencia de Camps y Costa, fue suspendido de militancia en el Partido Popular inmediatamente después de que el juez de la Audiencia Nacional lo incluyera como posible autor de un delito de cohecho en el auto redactado el pasado mes de marzo.
Es el único de los imputados en Valencia que ha sido suspendido de militancia. Ahora, Víctor Campos asume que puede ser condenado a una multa, aunque considere que los regalos fueron personales y que no ha cometido delito alguno. De hecho, el ex vicepresidente de la Generalitat nunca ocultó su relación con Álvaro Pérez, el responsable de Orange Market en Valencia.
La defensa de Campos, además, pone en duda que el supuesto delito todavía pueda ser perseguido. ¿Por qué? Porque si se toma como referencia la apertura de diligencias, 6 de agosto de 2008, dado que el delito de cohecho tiene tres años de prescripción, el encuentro en el despacho del ex vicepresidente, cuya fecha no se precisa, debería haberse producido con posterioridad al seis de agosto de 2005.
Las acusaciones entienden que el regalo no es efectivo, aunque los trajes se le hubiesen entregado antes, hasta que se abonó el coste de los mismos. Un pago que se hizo en el segundo semestre de 2006.
Sin embargo, en el auto del Tribunal Superior valenciano se señala que Campos "según manifestó José Tomás en la declaración que prestó ante este magistrado instructor, sobre la primavera de 2006 se presentó en la tienda de la calle de Serrano y se llevó un chaqué que confeccionó de la talla 48 y varias cosas más". Campos negó tal cosa en su comparecencia como imputado ante Flors.
Por contra, Francisco Camps, Ricardo Costa y Rafael Betoret, han decidido mantener la estrategia que han seguido hasta ahora. Esto es, negar que han recibido regalos y que pagaron en efectivo las prendas que aparecen referenciadas en la documentación de Milano y Forever Young.
Costa, en su recurso, ha decidido cuestionar los testimonios del sastre, poner en duda su credibilidad, minimizar la trascendencia de su relato y cuestionar el soporte de pagarés, facturas, hojas de pedido, de entrega y tiques varios. Eso es lo que argumentará, según fuentes próximas a Camps, el presidente valenciano. Las mismas fuentes argumentan que el jefe del Gobierno valenciano prefirió optar por negar la mayor antes que admitir que recibió los trajes.
En el auto del juez instructor del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, José Flors, dictado el pasado lunes, refleja los siguientes encargos de ropa del ex vicepresidente del Gobierno valenciano Víctor Campos.
- En 2005, "Álvaro [Pérez, El Bigotes] y José Tomás [el sastre] acuden al despacho oficial de Víctor Campos, en cuyas dependencias el Sr. Tomás le tomó medidas y le exhibió el muestrario de telas, recibiendo el encargo de varias prensas de ropa: tres trajes, dos americanas y cinco pantalones por 4.850 euros". "No existe constancia de que los receptores de esas prendas abonaran su precio ni directa ni indirectamente, y sí la hay, en cambio, de que fueron satisfechas mediante dos cheques librados contra la cuenta de Orange Market".
- "En la primavera de 2006, D. Víctor Campos se presentó en la tienda de [Milano de] Serrano y se llevó un chaqué de confección de la talla 48 y varias cosas más (lo que el Sr. Campos negó en su declaración)". "La deuda fue finalmente saldada en metálico, y no por el señor Campos".
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