En un comunicado, Alborch resaltó que "la decisión del Tribunal Constitucional es una magnífica noticia y abre un nuevo periodo de esperanza para quienes estimamos el barrio del Cabanyal y defendemos su recuperación con rehabilitación y sin derribos", dijo.
Aseveró que el PP "se ha quedado sin ningún argumento legal para continuar con los derribos durante los próximos meses" y criticó que la aprobación inicial del decreto-ley y su posterior tramitación como ley constituyó "un despropósito".
En este sentido, sostuvo que se trató de "una maniobra que vulneró tanto el espíritu como el contenido de la legislación estatal y autonómica sobre patrimonio histórico, que prolongó el sufrimiento de los vecinos y que evidenció que Francisco Camps --presidente de la Generalitat-- y Rita Barberá prefieren enfrentarse al Gobierno de España a rehabilitar esta zona histórica de nuestra ciudad".
Alborch defendió que el Ejecutivo estatal, mediante la orden dictada por el Ministerio de Cultura que declaraba acto de expolio las actuaciones derivadas del Pepri y obligar a suspender su ejecución, "actuó en el marco de sus competencias, en interés de los valencianos y valencianas, en defensa de su patrimonio y de su identidad, en cumplimiento de sendas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y del Tribunal Supremo, y tras tomar en consideración los informes de expertos e instituciones".
"Con la interposición del recurso el Gobierno de España ha vuelto a demostrar su voluntad de proteger y defender el barrio del Cabanyal y el patrimonio de los valencianos", subrayó Alborch, quien recalcó que la admisión a trámite y la consecuente suspensión de los derribos "abre el camino a la esperanza".
Reivindicó así que la orden ministerial declara la obligación del Ayuntamiento de Valencia de proceder a la suspensión inmediata de la ejecución del Pepri, "en tanto se lleve a cabo la adaptación del mismo que garantice la protección de los valores que motivaron la declaración de éste como conjunto histórico".
Alborch pidió a Barberá que "aproveche los próximos meses para reflexionar sobre el futuro del Cabanyal, escuchar a los vecinos y consensuar un nuevo plan que desestime la prolongación y recupere y revitalice el barrio" y defendió que "la renovación urbana y el futuro del barrio no pasan por la apertura de una gran avenida que lo seccione y arrase, sino por garantizar la vivienda a sus habitantes, equiparlo adecuadamente, reurbanizarlo y fomentar su economía urbana".
Reiteró la propuesta de que el futuro plan contemple "elementos como la rehabilitación de la Lonja de Pescadores, mediante convenio del Ayuntamiento con el Ministerio de Vivienda; la puesta en marcha de una autentica oficina de rehabilitación RIVA, lo que redundaría en fomento del trabajo mediante pequeñas empresas vinculadas al barrio; la creación de un colegio mayor disperso, utilizando el patrimonio municipal de suelo adquirido en estos once años".
Alborch exigió asimismo "la adecuación del espacio público, con especial atención al aparcamiento de coches y al carácter vecinal de las calles; el reequipamiento del barrio, construyendo los más de 60 equipamientos pendientes previstos en el PEPRI; el fomento de la presencia de comercio de proximidad; y la implantación de viveros de empresas de I+D+i".
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