VALENCIA.- La Asociación para Defensa de los Accionistas
del Banco de Valencia (Pro Banco Valencia) pide una ecuación de canje
de acciones "adecuada y generosa", que no se limite a la cotización
bursátil actual que cree "castigada" por el canje de preferentes, y urge
al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a "esclarecer las
responsabilidades cometidas por los gestores del banco" antes de dejar
la administración provisional de la entidad nacionalizada.
Así lo han señalado este lunes en rueda de prensa su presidente,
Vicente Simó, que ha comparecido junto al secretario, Vicente Rodríguez,
y al tesorero, Joaquín Maldonado, para exponer la posición de la
asociación en la junta general de accionistas que se celebrará este
jueves. Según Simó, no votarán a favor de ningún punto, aunque en la
mayoría aún se debaten entre la abstención y el voto en contra al
considerar que "faltan cuatro días y pueden pasar muchas cosas".
A preguntas de los periodistas, ha precisado que sí tienen claro
que se abstendrán acerca del nombramiento de los miembros del consejo de
administración, de quienes ha resaltado su trayectoria y que son "de
CaixaBank al cien por cien", más "un señor que tiene relaciones directas
con CaixaBank por una serie de sociedades", en alusión al presidente de
Feria Valencia, Alberto Català, designado como consejero independiente
"sin preguntar a nadie de Valencia". "Es valenciano, pero le han
nombrado por otras cosas", mantiene Simó, quien previamente había
asegurado no tener opinión acerca de la designación de Català como
representante del empresariado valenciano.
En cuanto a la retribución a los administradores provisiones como
el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, opinan que "Banco
de Valencia, en la situación en que se encuentra, no debe retribuir a
nadie", aunque les parecería bien "si el FROB quiere pagar". "Tiene que
ser como la mujer del César, ser honrada y parecerlo", ha recalcado el
dirigente de la asociación.
Entre las cuestiones que podrían suceder antes del jueves, desde
Pro Banco Valencia destacan que no se ha interpuesto la acción social de
responsabilidad aprobada en la junta del pasado mes de mayo contra el
expresidente José Luis Olivas y Bancaja --a la que representaba en el
consejo--, el ex consejero delegado Domingo Parra y Bancaja Seguros,
Antonio Tirado y Valenciana de Inversiones Mobiliarias, y contra Aurelio
Izquierdo, como ex consejero delegado y expresidente, y subrayan que
esa "obligación" compete al consejo de administración.
La asociación aboga por que "la depuración de responsabilidades se
produzca a todos los niveles" y, en este sentido, denuncia que hubo
"políticos que se dedicaban a dirigir bancos y a utilizarlos
interesadamente", gestores ocupados "de sus propios intereses",
empresarios con la "condescendencia de dejar hacer" y una sociedad civil
que "toleró que algunos líderes empresariales, políticos y sociales
estén distinguidos por una única cualidad, la mediocridad".
En cuanto a la responsabilidad de la Generalitat, apuntan "como
principio del fin" al cambio normativo que convirtió a las entidades en
"instituciones financieras en manos de políticos" y subrayan que "los
cargos de responsabilidad venían mandados por la Generalitat", con el
'expresident' José Luis Olivas al frente de Banco de Valencia.
Pro Banco Valencia también echó de menos el "control" y
"supervisión" del Banco de España y asegura que "tenía interpuesta una
investigación sobre Banco de Valencia" que se "cortó" a raíz de la
nacionalización, punto en el que recalcan que "sus inspectores son los
mejores de España", con independencia de las decisiones que adopte la
"cúpula" de este organismo acerca de sus informes.
La asociación valora haber "ganado varias batallas, pero perdido
la guerra", al considerar que evitaron la pérdida total de valor para el
accionista pero finalmente el banco se "regaló" a CaixaBank por un
euro. "Se ha dado un regalo estupendo a CaixaBank", sostiene Simó, quien
incide en que la entidad "vale bastante más que un euro" aunque admite
que si bien "no es justo, es la solución menos mala", y se compromete a
"remar" por todo lo que beneficie a los valencianos.
Así, reclama a CaixaBank que muestre "sensibilidad" hacia la
sociedad valenciana y mantiene que "si quiere ser un banco valenciano de
referencia, tendrá que ganárselo", en un momento en que la Comunitat
precisa "una adecuada estructura financiera para relanzar la economía
valenciana" y en el que la entidad catalana tiene la oportunidad de
acceder a "un segmento en el que no había conseguido penetrar como la
Caixa y que es muy fiel a Banco de Valencia".
Reclaman, en este sentido, un canje de acciones "generoso", el
mantenimiento de la marca comercial y un tratamiento a los clientes
actuales que no se limite al cumplimiento "a rajatabla" de las
condiciones fijadas por Bruselas, que dejarían a "mucha gente
descontenta".
"No tendría sentido que quemaran su propio mercado y
dejaran de aprovechar ese segmento", ha señalado Rodríguez.
Simó ha defendido, en la misma línea, que el banco está "en
situación de quiebra", sus clientes se sienten "engañados" y se ha
"gestionado mal", pero "la única solución es que CaixaBank se quede con
el banco, haga el mejor canje posible para los accionistas y entre en el
tejido empresarial valenciano". En cuanto a la asociación, reiteran que
en cuanto terminen su cometido en defensa de los accionistas, donarán
los fondos restantes y la disolverán.
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