VALENCIA.- El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha exigido al
Gobierno central que no prohíba "ni un día más" la solidaridad de los
valencianos para ayudar a los refugiados, que están muriendo "en nuestro
mar, donde se bañan en verano los niños".
Puig ha afirmado, durante el pleno de Les Corts
Valencianes, que la actuación del Consell está marcada desde el primer
día por la implicación moral y política porque así lo requieren las
dimensiones de la crisis humanitaria, y ha criticado que los gobiernos
"no han estado a la altura" de la conciencia necesaria.
"No queremos una pasividad que condene a muerte a
personas desesperadas que se ponen en manos de mafias en embarcaciones
precarias", ha declarado el president en respuesta al portavoz de
Compromís, Fran Ferri, que se ha interesado por las acciones del
Gobierno valenciano para atender a los refugiados.
Puig ha dicho que trasladó personalmente al presidente del
Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, la propuesta de disponer un barco
para traer refugiados a la Comunitat Valenciana y que no se podía
prohibir la solidaridad.
Además, el mes pasado envió un protocolo de intenciones para
firmar un convenio que permitiera el acogimiento de refugiados, "y hasta
la fecha", ha señalado.
El president ha manifestado que la sociedad valenciana "sabe que
hay que dar respuesta", y por ello el pasado 23 de noviembre se
constituyó una comisión mixta y el Consell ha destinado casi medio
millón de euros para trabajar en los corredores humanitarios.
Se ha referido al viaje de la vicepresidenta del Gobierno
valenciano, Mónica Oltra, a las islas griegas la próxima semana para
conocer la situación y para mostrar la solidaridad del pueblo valenciano
e intentar concienciar de la posibilidad de que el proyecto de la
Comunitat "sea una realidad".
La Comunitat Valenciana cuenta con los recursos suficientes para
acoger a 1.400 personas, que son "tres refugiados por cada municipio" de
la comunidad, ha señalado Puig, que ha insistido en la embarcación
puesta a disposición del Gobierno valenciano por Baleária con capacidad
para 1.200 personas.
Ha reconocido que la Comunitat no puede firmar un convenio formal
con las autoridades locales pero sí mostrar "nuestra solidaridad" y
exigir al Gobierno "que no prohíba ni un día más la solidaridad de los
valencianos".
Puig ha indicado que lo poco que se ha hecho desde el Gobierno es
"inasumible" para la ciudadanía, y por ello, ha criticado "el fracaso"
de las instituciones, de la Unión Europea y de los gobiernos nacionales,
y ha instado a cambiar las políticas "entre todos".
"Si no cambiamos la actitud de la Unión Europea y del Gobierno
español no estaremos en condiciones de significarnos como personas con
sentido de humanidad", ha asegurado Puig, para recordar que la Comunitat
ha acogido durante años a niños saharauis y ha colaborado con
organizaciones como Acnur y Cruz Roja.
La sociedad valenciana no es ajena "al sufrimiento de ninguna
persona, y menos de las que están en el Mediterráneo", ha concluido.
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