MADRID.- La fortaleza del grupo valenciano Mercadona obliga
a sus rivales a una batalla comercial para mantener su cuota. La
presión en precios y las inversiones para crecer dañan la rentabilidad
del sector, según publica hoy Expansión.
Un dato sobre
Mercadona que ha pasado casi de puntillas, pero que preocupa sumamente a
su competencia, son los 75 tiques más al día y por tienda
que registró en 2017. Multiplicados por las jornadas que abrieron sus
supermercados y el número de establecimientos, hablamos de más de 37
millones de consumos extra en un año, cifra que explica su alza del 6%
en ventas comparables y el aumento de su cuota de mercado hasta el
24,1%.
La empresa que más abiertamente lo ha admitido esta presión comercial ha sido Dia.
Su consejero delegado, Ricardo Curras, reconoció una agresiva bajada de
precios en España en el último trimestre de 2017 para no perder cuota
de mercado. "Estamos satisfechos, porque pasamos de caer en ventas
comparables en el tercer trimestre a crecer un punto en el cuarto",
señaló. Y garantizó que la empresa mantendrá esta política en 2018,
cuando espera que su apuesta por la conveniencia le ayude "a seguir
siendo baratos, sin machacar los márgenes". Porque eso es lo que hizo en
2017: redujo un 9,4% su ebitda ajustado y un 37% su beneficio neto.
A la baja
Dia no ha sido una excepción en el sector de la distribución, inmerso en una dura competencia comercial. Lidl, el grupo que más creció en 2015 y 2016, cedió este puesto a Mercadona el año pasado pese a que la firma de origen alemán rebajó sus precios en 66 millones de euros durante el ejercicio. La cifra ascendió a 148 millones si se tienen en cuenta las ofertas y promociones que realizó.
Luis Osuna, presidente de Covirán, también ha reconocido que su empresa redujo precios y ha alertado de que "algunos de nuestros competidores están vendiendo a pérdida, lo que es muy peligroso porque puede romper el equilibrio del sector. Es algo que las autoridades deberían regular, porque el mercado va a seguir siendo muy competitivo", señaló.
Nadie esconde que la guerra de precios no ha terminado y va a seguir pasando factura a la rentabilidad de las empresas."La competencia de Mercadona amenaza a otras cadenas por su política de precios y sus tiendas. Puede que grupos que están perdiendo cuota, como Auchan o Eroski, recorten precios para mantener su posición, minando sus márgenes de rentabilidad", señalaba hace unas semanas un informe de Moody's. El ebitda de Covirán creció un punto menos que sus ventas en 2017; Lidl no ofrece este dato por mercados; y el beneficio de Dia se desplomó.
España podría además no ser un caso aislado. Carrefour,
que tampoco desgrana sus ganancias por países, creció un 3% a nivel
global en 2017, pero redujo su beneficio un 15%. Una de las razones
dadas por la compañía para explicar este desplome fue "la fuerte presión
comercial en Francia".
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