VALENCIA.- La consellera de Agricultura, Medio ambiente, Cambio Climático y
Desarrollo Rural, Elena Cebrián, ha avanzado este miércoles que el Plan
Intregral de Residuos (PIR) --que inicia ahora su tramitación-- incide
en el sellado de vertederos e incluye una disposición, que emula a las
que ya se han puesto en marcha en Francia o en Baleares, para prohibir
la comercialización de plásticos de un solo uso cuando se puedan sustituir por otro material alternativo, por ejemplo en los bastoncillos de los oídos o chupa chups, pajitas, cubiertos de plástico o cápsulas de café.
Así lo ha dado a conocer en un desayuno informativo en el que ha
adelantado que confía en que este plan pueda aprobarse a lo largo de
2018, con el objetivo de ir "reduciendo la generación de residuos",
sobre todo de plásticos, en línea con las directivas europeas, que en
estos momentos se encuentran renegociando sus objetivos que establecen
unos mínimos de reciclaje y un máximo de rechazos que finalmente irán a
parar al vertedero.
Este martes, el Congreso de los Diputados acordó un texto, con los votos de todos los grupos menos el PP, para plantear las modificaciones legislativas necesarias para prohibir esos utensilios de plástico.
Para
Cebrián, el sellado de vertederos es unas de las prioridades de su
departamento, y una "necesidad a largo plazo" puesto que las emisiones
de estos emplazamientos tienen un "claro efecto en el cambio climático",
ha advertido. Esto requiere una "inversión sustancial", por lo que cada
año en los presupuestos de la Generalitat se destina una partida de un
millón de euros que antes no existía, ha subrayado.
Su intención
es abordar el "ciclo completo desde las fases iniciales" del producto,
antes de que lleguen a las plantas de tratamiento de residuos, desde su
creación, consumo y separado. Se trata de "generar menos residuos" y que
lleguen "lo más separados posible". En todo caso, ha asegurado que se
va a invertir en tecnología en las plantas de tratamiento para "que se
pueda reaprovechar más y de mejor calidad".
En cuanto a la
disposición que regulará la comercialización de plásticos de un solo uso
ha querido dejar claro que la prohibición se limita a los productos que
en los que este material se pueda reemplazar. En caso de que no haya
alternativa podrán continuar.
En
cuanto a la incineración de residuos, la consellera ha señalado que "en
todo caso esta es una de las últimas opciones dentro de la jerarquía".
"Ya no es el momento de las grandes incineradoras. De hecho, también
Europa y la normativa estatal están abogando porque, aunque sigan
existiendo "sean cada vez menores" puesto que "la combustión libera
productos muy peligrosos para la salud humana".
Además, ha
comentado que la Comisión Europea ya está trabajando en la reducción del
uso intencionado de 'microplásticos' en productos como envases
alimentarios que impiden su reutilización ante la dificultad de separar
materiales, aunque el PIR no se adentra en este aspecto.
Según
ha explicado la consellera, gran parte de la materia orgánica que llega
a las plantas de tratamiento de residuos de la Comunitat Valenciana "no
era reutilizable porque no procedía de una gestión separada del residuo
y estaba contaminado", cuando precisamente la agricultura valenciana
"necesita" de compostaje.
"Si desde el principio, antes de la
planta de tratamiento, somos capaces de separar lo orgánico, va más
limpio para el proceso de compostaje orgánico para poder ser utilizado
en la agricultura y es importante que ese compost también pueda ser
utilizado en la agricultura ecológica", ha subrayado Cebrián.
De
hecho, a modo "experimental" se están probando algunos contenedores
marrones específicos para residuos orgánicos en algunos consorcios y dos
barrios de la ciudad de València. Por el momento son pruebas piloto,
"queda mucho por hacer en la recogida separada de residuos", ha admitido
la consellera, pero están permitiendo obtener información sobre la
forma más eficaz de recoger residuos.
En
cuanto al Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), Elena
Cebrián ha apuntado que, tras hacer todo el trabajo técnico, de estudio,
de participación y diálogo, "de momento no había ni el consenso, ni las
soluciones técnicas, ni económicas, ni logísticas para montar un
sistema como este, que es un cambio de paradigma muy fuerte con las
garantías de que funcionara".
"Reconociendo todas las virtudes
en materia concienciación consumidores, vimos ese sistema generaba unas
complicaciones técnicas de aplicación que ahora mismo hacían imposible,
dentro de esta legislatura, su aplicación", ha explicado la consellera.
En
cualquier caso, "su estudio o la posibilidad sigue contemplada en el
PIR junto con muchas otras líneas de trabajo y esto debe integrarse en
visión del ciclo de los residuos desde el principio", ha agregado.
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