MURCIA.- Miles de agricultores salieron el viernes a las calles de Murcia, en el
sureste de España, bloqueando las calles con tractores y tirando las
verduras al suelo en protesta por los bajos precios de los alimentos y
las precarias condiciones de trabajo.
Manifestaciones similares han surgido en todo el país durante el
último mes, parte de un patrón más amplio de descontento agrícola en
toda la Unión Europea.
Según el sindicato español UPA (Unión de
Pequeños Agricultores y Ganaderos), que representa a los pequeños
productores, los ingresos medios de las explotaciones agrícolas cayeron
un 9% en 2019 debido al aumento de los costes de producción y la
disminución de los precios de los alimentos, mientras las muy
competitivas cadenas de supermercados elevaban la presión y se imponían
aranceles a algunos productos.
“Todo esto esta generando un clima
de incertidumbre total y los agricultores y los ganadores ven que el
campo no tiene futuro”, dijo Ignacio Huertas, secretario general de UPA
Extremadura, que cría ganado en la zona de Montijo.
Las
negociaciones presupuestarias de la Unión Europea en Bruselas, donde las
subvenciones agrícolas son uno de los puntos que generan fricciones,
están exacerbando la ansiedad en todo el sector.
Más de un tercio del presupuesto anterior de la UE se destinó a
apoyar a los agricultores, a pesar de que la agricultura representa sólo
el 1% de su producción económica, una disparidad que algunos países,
incluidos los Países Bajos, han calificado de insostenible.
El
ministro de Agricultura español, Luis Planas, ha dicho que España
luchará por mantener los subsidios lo más cerca posible de los niveles
actuales, pero ha reconocido que esto será difícil tras la salida del
bloque de Reino Unido a finales de enero, que ha dejado un agujero de
75.000 millones de euros (81.000 millones de dólares) en su presupuesto.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, propuso la
semana pasada reducir la proporción del presupuesto dedicado a los
subsidios agrícolas del 36% al 30%. Tal recorte se traduciría en una
reducción de 925 millones de euros al año para los agricultores
españoles, según un análisis de la asociación agrícola COAG.
En
España, donde la agricultura representa alrededor del 2,8% del PIB,
Planas ha dicho que planea introducir una ley que daría a los
agricultores y ganaderos más poder en las negociaciones con los
supermercados y los grandes distribuidores.
Según la propuesta de
ley, los contratos de venta se indexarían a los costes de producción,
asegurando que los agricultores no se vean obligados a vender con
pérdidas, dijo Planas a la emisora de radio española Onda Cero el
jueves, añadiendo que espera llevar el proyecto de ley al consejo de
ministros antes de finales de mes.
“Si nosotros no somos capaces de cubrir los costes de producción y
nuestro salario en los precios de los productos que vendemos,
evidentemente, no podemos estar produciendo permanentemente a pérdidas”.
“No podemos continuar más así”, dijo Huertas de UPA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario