VALENCIA.- Organizaciones católicas de la diócesis de
Valencia, organizadas bajo la plataforma 'Iglesia por el Trabajo
Decente' (ITD), han exigido que se apruebe "con urgencia" el ingreso
mínimo vital, acompañado también de medidas sociales como la prestación
de desempleo para empleadas del hogar o la regularización de la
situación de los trabajadores 'sin papeles'.
Detrás de esta iniciativa hay entidades "de inspiración cristiana"
de la diócesos de Valencia, como Cáritas Diocesana de Valencia,
Conferencia Española de Religiosos CONFER, Hermandad Obrera de Acción
Católica HOAC y Servicio Jesuita a Migrantes.
Todas ellas, como motivo del Día Internacional de los Trabajadores
que se conmemore el 1 de mayo, han suscrito un manifiesto en el que,
según ha explicado Cáritas en un comunicado, "reclaman con urgencia la
aprobación de un ingreso mínimo garantizado".
También han pedido "el reconocimiento del derecho a la prestación
por desempleo para las personas empleadas de hogar, la regularización
extraordinaria e inmediata de los y las trabajadoras sin papeles y un
pacto de estado que apueste por la centralidad de la persona y el
trabajo decente".
La plataforma Iglesia por el Trabajo Decente ha incidido en que
este 1 de mayo está "extraordinariamente marcado por la crisis de la
pandemia" de coronavirus. En este contexto, han reivindicado que "el
trabajo es para la vida, que deben garantizarse unas condiciones
laborales que protejan la integridad física y psíquica de la persona y
que favorezca su protección social, esenciales para una vida digna".
Las entidades promotoras de ITD creen que "no cabe duda de que la
crisis laboral y económica provocada por la pandemia de la COVID-19
hubiera tenido un menor impacto sin la indecente precariedad laboral y
sin que la sanidad y el conjunto de políticas sociales hubieran sido
recortadas como consecuencia de la anterior crisis financiera".
Su manifiesto pone el foco en los empleos "más precarizados":
"personas trabajadoras del hogar y de cuidados, de la agricultura, de
establecimientos de alimentación o repartidoras, que hasta el momento
han estado invisibilizados y no han tenido un justo reconocimiento
laboral y social".
Se trata, apuntan estas organizaciones cristianas, "de unos
sectores laborales que en este momento de crisis sanitaria se han
'descubierto' como esenciales para la sostenibilidad de la vida, para
garantizar el bienestar de todas las personas".
La ITD ha denunciado que "el empleo que en primer lugar se ha
destruido es el más débil, el que carece de redes de protección social".
Por ello, ha pedido que "se articulen e impulsen todas las medidas
necesarias evitando que esto vuelva a pasar, y para construir una red de
protección social para quienes han perdido empleo, salario y derechos,
para que nadie se quede atrás".
Así, en concreto, en su manifiesto la ITD reclama el
"reconocimiento de un ingreso mínimo garantizado en un programa
articulado que integre las políticas sociales en España" y el "derecho a
la prestación por desempleo para las personas empleadas de hogar, así
como el reconocimiento social del trabajo de hogar y de cuidados".
De la misma forma, pide "la regularización extraordinaria y
urgente de los trabajadores y las trabajadoras 'sin papeles' y
descartadas de los derechos de ciudadanía", como también un "pacto de
Estado que, entre otras cuestiones, apueste por la centralidad de la
persona y el trabajo decente, piedra angular sobre lo que se sostiene
todo lo demás".
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