ALICANTE.- Los más de 55.000 millones de euros de deuda pública de la
Comunitat hacen que cada valenciano tenga una deuda superior a los
12.000 euros si se repartiera por persona, una cifra
"totalmente inasumible" que se ha convertido en un "reto" para el nuevo
gobierno de la Generalitat.
El president valenciano, el alicantino Carlos Mazón, del PP, ha explicado que estos dígitos suponen una "enorme losa" en la etapa que ahora se abre y que se ha producido a consecuencia de la mala gestión económica durante ocho años del Botànic del socialista Ximo Puig, donde la Comunitat ha sido, junto a Cataluña, la autonomía líder en deuda con más de 55.000 millones de euros, tras un 2022 en el que la cifra se incrementó en casi 3.900 millones.
Es "una herencia económica penosa", en palabras de Mazón, quien ha proseguido que como "de la queja no se vive sino de la reacción", tratará de que haya un cambio para activar la economía mediante la rebaja de impuestos, la disminución del gasto político y la caída del número de políticos, entre otras medidas.
Según el jefe del Consell, "en estos momentos a la Generalitat solo le presta dinero el Tesoro de España, lo cual es un drama" ya que no se puede "salir por ahí a pedir dinero porque nadie nos lo da". "Esto es la realidad a la que nos enfrentamos; sabemos lo que hemos heredado", ha advertido el popular.
De esta manera, si la deuda se repartiera equitativamente entre cada habitante de las tres provincias valencianas, "cada ciudadano debería 12.000 euros" lo cual es "totalmente inasumible".
Las declaraciones de Mazón se han producido al término de la primera visita institucional a un ayuntamiento, el de Alicante, de donde es natural y donde el pasado mandato ocupó un acta como concejal, que le permitió ser presidente de la Diputación Provincial.
En el recorrido por unas dependencias que conoce de sobra estuvo acompañado por el alcalde de la ciudad, Luis Barcala, por el equipo de gobierno popular y gran parte de la corporación municipal.
El pasado viernes, la consellera de Hacienda y portavoz del Consell, Ruth Merino, informó de la situación financiera "muy preocupante" de la Generalitat en muchos de sus indicadores, con un déficit "disparado" en el ejercicio de 2022, con 3.847 millones de euros, "por encima de todas las comunidades" y superando el 3 % del PIB.
El president valenciano, el alicantino Carlos Mazón, del PP, ha explicado que estos dígitos suponen una "enorme losa" en la etapa que ahora se abre y que se ha producido a consecuencia de la mala gestión económica durante ocho años del Botànic del socialista Ximo Puig, donde la Comunitat ha sido, junto a Cataluña, la autonomía líder en deuda con más de 55.000 millones de euros, tras un 2022 en el que la cifra se incrementó en casi 3.900 millones.
Es "una herencia económica penosa", en palabras de Mazón, quien ha proseguido que como "de la queja no se vive sino de la reacción", tratará de que haya un cambio para activar la economía mediante la rebaja de impuestos, la disminución del gasto político y la caída del número de políticos, entre otras medidas.
Según el jefe del Consell, "en estos momentos a la Generalitat solo le presta dinero el Tesoro de España, lo cual es un drama" ya que no se puede "salir por ahí a pedir dinero porque nadie nos lo da". "Esto es la realidad a la que nos enfrentamos; sabemos lo que hemos heredado", ha advertido el popular.
De esta manera, si la deuda se repartiera equitativamente entre cada habitante de las tres provincias valencianas, "cada ciudadano debería 12.000 euros" lo cual es "totalmente inasumible".
Las declaraciones de Mazón se han producido al término de la primera visita institucional a un ayuntamiento, el de Alicante, de donde es natural y donde el pasado mandato ocupó un acta como concejal, que le permitió ser presidente de la Diputación Provincial.
En el recorrido por unas dependencias que conoce de sobra estuvo acompañado por el alcalde de la ciudad, Luis Barcala, por el equipo de gobierno popular y gran parte de la corporación municipal.
El pasado viernes, la consellera de Hacienda y portavoz del Consell, Ruth Merino, informó de la situación financiera "muy preocupante" de la Generalitat en muchos de sus indicadores, con un déficit "disparado" en el ejercicio de 2022, con 3.847 millones de euros, "por encima de todas las comunidades" y superando el 3 % del PIB.
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