VALENCIA.- La Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO) atendió a cerca de 31.000 pacientes oncológicos en 2023. La patología que, según cifra la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se situó como una de las principales causas de morbi-mortalidad en España en 2023, alcanzado los cerca de 280.000 nuevos casos.
Entre los pacientes tratados en 2023, 7.211 fueron nuevos y 23.602 prevalentes (en proceso de tratamiento o seguimiento de la enfermedad). Los tumores más frecuentes fueron los del aparato urinario y genital masculino (1.365), tumores malignos de mama (1.281), del aparato respiratorio (684), del aparato digestivo (637), tumores en genitales femeninos (248), de cabeza y cuello, (205), o melanomas (193), detalla la entidad en un comunicado.
A cierre de 2023 el centro monográfico valenciano realizó 4.770 intervenciones quirúrgicas oncológicas, de las que cerca de 450 se realizaron con el robot Da Vinci Xi. Asimismo, el centro atendió 128.472 consultas externas, casi 6.000 más que el ejercicio anterior.
El IVO realizó cerca de 24.000 revisiones para el diagnóstico precoz del cáncer, siendo las más frecuentes las ginecológicas y de mama, y las de próstata. Para ello el IVO cuenta con un equipo de más de 600 profesionales especializados en la atención al paciente oncológico y una dotación tecnológica de última generación.
En el último año, el IVO ha presentado nuevas opciones terapéuticas de la mano de la investigación clínica, como explica el jefe del Servicio de Oncología Médica del IVO, el doctor Ignacio Gil-Bazo.
En este sentido, en las próximas semanas el centro oncológico valenciano liderará un ensayo clínico con «virus oncolíticos» en pacientes que han presentado resistencia a tratamientos convencionales.
«Por primera vez en el IVO vamos a tratar a un grupo de pacientes con una estrategia pionera, por el momento disponible en muy pocos centros altamente especializados, que podría resultar especialmente activa en pacientes en los que los tratamientos convencionales no han resultado eficaces», explican desde el IVO.
El ensayo estudiará la respuesta a la administración de virus oncolíticos, un tipo de virus que emplea su capacidad de infectar células para afectar selectivamente a las células tumorales y activar el sistema inmune frente a ellas", explica el también director científico del IVO.
Junto a los nuevos ensayos clínicos, Gil-Bazo sitúa el uso de anticuerpos conjugados con fármacos entre las principales líneas de investigación que actualmente se abordan en el IVO:
«Aunque se trata de una terapia que ya está disponible para en algunos casos de cáncer de mama, está demostrando un gran potencial en tumores como el de pulmón, mejorando los resultados en pacientes que han sido tratados con otras estrategias y el tratamiento ha dejado de funcionar. Esta modalidad terapéutica permite emplear todas las ventajas de la quimioterapia y las de las terapias dirigidas de forma conjunta, para afectar muy selectivamente a las células cancerosas, reduciendo potencialmente los efectos adversos».
Con una dilatada trayectoria en materia de investigación, el IVO ha colaborado en la mayoría de los ensayos clínicos de nuevos fármacos contra el cáncer comercializados en los últimos años. En 2023 el IVO participó en 173 ensayos clínicos tanto de ámbito nacional como internacional, en los que han colaborado cerca de 1.000 pacientes del centro.
En este sentido el doctor López-Guerrero, jefe de Servicio de Biología Molecular del IVO, recuerda el compromiso de la institución con la investigación, entendiéndola como «un pilar básico» en el proceso del manejo clínico del paciente con cáncer.
«Cada paciente es diferente y la investigación nos ayuda a entender más la enfermedad, tanto a nivel molecular, como con relación a las respuestas a los distintos tratamiento, que requieren de un abordaje más integral, analizando todo tipo de datos del paciente y del propio tumor, así como de las diferentes pruebas diagnósticas a las que se haya podido someter el paciente».
El Biobanco del IVO, el primero en Europa en obtener la acreditación internacional ISO20387, cuenta con más de 200.000muestras biológicas de pacientes almacenadas en condiciones de calidad para su uso en investigación. Durante 2023, ha atendido solicitudes de muestras y realizados servicios para los investigadores cediendo un total de 290 pacientes para estudios en diversos tipos de cáncer.
Como recuerda el doctor Rafael Estevan, coordinador del Área Quirúrgica y jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva del IVO, «la cirugía constituye una parte fundamental en el tratamiento de los tumores ya que en un porcentaje muy alto de los casos el cirujano consigue que el paciente quede libre de enfermedad tras su paso por el quirófano».
En este sentido, la generalización de la cirugía laparoscópica, de la cirugía radioguiada y de la cirugía robótica ha supuesto una disminución de la agresividad quirúrgica y un refinamiento en la técnica de resección de los diferentes tumores.
En el caso del IVO, el centro ha superado las 1.000 intervenciones con el robot Da Vinci Xi, consolidándose, además, como centro de referencia para la formación en robótica de cirujanos, tanto a nivel nacional como internacional.
Entre los avances de la cirugía, Estevan pone el foco en las «estrategias multidisciplinares de tratamiento para la preservación del órgano en el caso del cáncer de recto cuando la alternativa del tratamiento quirúrgico supone la amputación del recto con su aparato esfinteriano y la consecuente secuela de una bolsa de colostomía definitiva».
Junto con la cirugía y la oncología médica, la oncología radioterápica constituye una parte integral del equipo multidisciplinar y de la investigación en el tratamiento del cáncer. En 2023 el IVO trató a más de 3.000 pacientes con esta técnica de radiación, siendo los tumores de mama, pulmón, próstata, tumores digestivos y de la esfera otorrinolaringóloga (ORL), los más beneficiados.
Entre los avances, el doctor Leoncio Arribas, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del IVO destaca «la calidad de la imagen obtenida con los sistemas de posicionamiento, que nos permite administrar dosis elevadas de radiación con mínimo impacto sobre el tejido sano demostrado mejorar los resultados de curación en función de cada tumor con menores efectos secundarios». En esa misma línea explica que la radioterapia adaptativa es ya una realidad, «con lo que podemos limitar aún más la dosis que llega a los tejidos sanos».
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