La cosmeticorexia, un «fenómeno en aumento», ha sido definida
popularmente como «la obsesión por el cuidado de la piel y el uso de
productos cosméticos».
El problema «más grave» acontece cuando dicha
obsesión afecta a la infancia y especialmente a las niñas, según ha
incidido la coalición en un comunicado.
Al respecto, Àlvaro ha advertido de que la «presión de los
estereotipos de género» sobre mujeres y niñas y el incremento del uso de
las redes en edades muy jóvenes juega «un papel fundamental» en el
aumento de esta cosmeticorexia, «que ya empieza a preocupar seriamente
tanto por los efectos físicos sobre la población más joven, pero también
por los efectos psicológicos».
Además, ha señalado que profesionales de la dermatología «alertan de
un incremento de pacientes en edades comprendidas entre 10 y 14 años con
desajustes graves en la dermis como pueden ser los eccemas,
irritaciones e incluso señales y llagas originadas por la acción de una
sustancia cáustica o corrosiva en el tejido orgánico, que pueden
volverse en definitivas».
Para la parlamentaria de Compromís, «la importancia y peso del sector
cosmético en la industria y tejido productivo valenciano es muy
grande».
«Recientemente se ha constituido la Primera Mesa de la
Cosmética valenciana, aglutinando a más de 200 empresas de este sector
para coordinarse en sus retos e intereses», ha agregado.
Asimismo, ha considerado que esta Mesa de la Cosmética puede ser
también «el marco adecuado para combatir la problemática de la
cosmeticorexia».
«Por eso proponemos la adopción de un código ético de
funcionamiento para el sector cosmético valenciano», ha remarcado.
Compromís ha propuesto que este código ético del sector se elabore a
partir de las medidas que acaben detallándose en la diagnosis sanitaria
que tiene que impulsar el Consell, «haciendo extensivas la prevención de
la cosmeticorexia a la producción y comercialización de sus productos».
Así, plantea que dicho código ético «se haga público dentro de una
campaña de sensibilización que lleve a cabo el Consell para alertar
sobre los peligros que el mal uso de la cosmética tienen sobre la salud
física y mental en la infancia y adolescencia».
«Entendemos que se dan las herramientas y circunstancias óptimas para
que la Generalitat sea pionera en atajar y combatir este grave problema
de cosmeticorexia que cada día preocupa más a profesionales de la
salud, pero también a madres y padres», ha concluido.
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