La primera edil ha realizado este anuncio durante su participación en
el encuentro 'Somos +' organizado por el diario Las Provincias. Catalá
(PP) ha afirmado que «frente a la pasividad» del anterior ejecutivo
local, formado por Compromís y PSPV, el suyo, integrado por PP y Vox,
está «haciendo cosas» y actuando ante el fenómeno en crecimiento de los
apartamentos turísticos.
De este modo, ha dado a conocer que en el pleno ordinario de mayo que
el consistorio celebrará el próximo martes, su equipo impulsará una
iniciativa, a través de un punto extraordinario, para acordar «la
suspensión cautelar de licencias» de apartamentos de uso turístico
«durante un año prorrogable a otro para evitar la proliferación de este
fenómeno que afecta a las grandes ciudades».
Desde el equipo de gobierno de Catalá han precisado que esa suspensión afectará a los alojamientos de ese tipo situados en
comunidades de propietarios y en bajos comerciales y no a los edificios
completos de apartamentos turísticos, cuya actividades es equiparables a
la de un hotel. Asimismo, han recordado que El Cabanyal tiene su propia
regulación y que en Ciutat Vella ese tipo de licencias está suspendido.
«Compromís y el PSPV-PSOE hablan todos los días de apartamentos
turísticos y no hicieron nada en ocho años» más que «un acuerdo para
flexibilizar las normas y que se abrieran en bajos comerciales», ha
expuesto la responsable municipal, que ha señalado que «si hoy Valencia
tiene eso es porque PSPV y Compromís en 2018 lo permitieron».
Igualmente, la alcaldesa ha indicado que el anterior ejecutivo no
puso en marcha equipos de inspección para los apartamentos turísticos y
ha destacado que el suyo ha impulsado cuatro.
«Se han hecho 197
inspecciones en los primeros meses y se han emitido 160 órdenes de
cierre», ha agregado.
Por otro lado, preguntada tras su conferencia sobre si el turismo de
cruceros es bueno o malo para Valencia, María José Catalá ha respondido
que «depende del crucero». Tras ello, ha considerado que «las ciudades
flotantes son malas» y ha avanzado que «en 2026 se va a limitar la
posibilidad de que esos megacruceros vengan a la ciudad de Valencia».
«En el año 2026 los megacruceros, las ciudades flotantes, dejarán de
venir a Valencia», ha resaltado la alcaldesa, que ha apostillado que
«los cruceros más reducidos, de otro tipo de perfil y que evidentemente
generan una riqueza en la ciudad, se mantendrán».
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