VALENCIA.- Acció Ecologista-Agró ha explicado que "mantiene sin descanso" una
campaña de voluntariado iniciada el 23 de noviembre para abordar el
"desastre medioambiental" causado por la dana en el Parque Natural de
l'Albufera, "frente a una situación de inacción administrativa" y
"gestión deficiente" en las labores de retirada y gestión de residuos,
algunos de ellos "peligrosos".
La organización ha realizado un
llamamiento a las administraciones públicas para que "mejoren la
coordinación y comunicación entre entidades locales, autonómicas y
nacionales" y "destinen personal adicional para las tareas de recogida,
especialmente en las áreas más afectadas".
Además, en un
comunicado, ha pedido que se "implementen estrategias de gestión
adecuada para residuos peligrosos y en cumplimento de la legislación que
así lo exige".
Del mismo modo, ha reclamado que se
"proporcionen recursos y medios acordes a la magnitud de esta emergencia
humana y medioambiental, para garantizar una respuesta eficiente que
contemple tanto la retirada como la gestión adecuada de los residuos, y
que permita mitigar los impactos sociales y ecológicos a largo plazo".
En colaboración con otras organizaciones, Acció Ecologista-Agró ha
movilizado a más de 300 personas voluntarias para la recogida manual de
residuos en campos y zonas naturales del parque.
Hasta la fecha, han
retirado aproximadamente 2,5 toneladas de residuos, entre plásticos
blandos, plásticos duros y poliespán, que han sido separados y
gestionados gracias a una colaboración con la consultora Cocircular,
"dado que no todas las administraciones garantizaban la adecuada
separación por tipo de material", ha apuntado.
Además, la
organización cuenta con la colaboración del Parque Natural de
l'Albufera, con quien se coordina la retirada de químicos,
fitosanitarios y medicamentos.
"Sin embargo, esta labor se
dificulta cuando otros trabajadores de la administración pública retiran
estos materiales antes de que las brigadas del parque puedan actuar,
evidenciando la falta de coordinación entre las entidades implicadas",
ha criticado.
Acció Ecologista - Agró ha lamentado que el
personal de las fuerzas armadas "está retirando los residuos sin
realizar ningún tipo de separación".
"Esto incluye residuos peligrosos,
como medicamentos, que, según la normativa autonómica y nacional (Ley
22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados y el Decreto 81/2013 del
Consell, artículos 34 y 20 respectivamente), requieren una gestión
especializada para su correcta retirada y tratamiento. En lugar de ello,
estos residuos se están llevando a vertederos donde se trituran sin
ninguna separación previa, lo que agrava el problema", ha expuesto.
En su opinión, "esta situación refleja una grave falta de pautas
claras, coordinación y cumplimiento de la legislación por parte de las
administraciones".
Además, ha afirmado que "la ausencia de
una comunicación fluida entre las distintas entidades administrativas
está obstaculizando significativamente la correcta gestión de los
residuos y dificultando enormemente el trabajo en el terreno".
La situación es "especialmente crítica" en las zonas agrícolas de
Catarroja y Massanassa, donde "algunos residuos peligrosos, como
medicamentos, cosméticos, productos químicos y fitosanitarios, aún
permanecen en los campos", ha indicado.
"Esto podría afectar
gravemente al suelo y las futuras cosechas, así como al Parque Natural
de l'Albufera, ya que los medicamentos disueltos en la tierra pueden
alterar la composición química del suelo, contaminar las aguas
subterráneas y comprometer la fertilidad agrícola", ha indicado.
Además, la entidad ha manifestado que esta crisis pone de manifiesto
"las graves carencias de un modelo de consumo basado en la producción
masiva de bienes con múltiples materiales procedentes de combustibles
fósiles, como los plásticos y sus derivados".
"La ausencia de
una estrategia integral para prevenir y gestionar este tipo de
materiales, que podrían ser de nuevo un recurso en vez de un residuo, no
hace más que agravar los problemas medioambientales y sociales
existentes", ha aseverado.
A esto se suma "la nefasta gestión
ambiental observada en otros puntos afectados por la dana, como el
vertido de aguas sin tratar y fangos directamente en los barrancos,
generando una contaminación adicional que pone en riesgo aún más la
biodiversidad y la calidad de los ecosistemas cercanos", ha reprochado.
Según la organización ecologista, estas consecuencias ambientales
tienen además un impacto directo en las familias agricultoras de la
zona, que dependen de estas tierras para su sustento.
"La contaminación
del suelo y la pérdida de fertilidad comprometen no solo las cosechas
actuales, sino también la viabilidad económica a largo plazo de la
actividad agrícola, generando incertidumbre y dificultades económicas en
una comunidad ya afectada por la emergencia climática", ha agregado.
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