"Por lo que yo sé, no hay ni de lejos pensada una intervención de este tipo", dijo Quintás, quien dio su "palabra de honor" de no tener el menor indicio al respecto, pese a su estrecho contacto con el Banco de España, que realiza inspecciones "con lupa" sobre las entidades.
En la presentación del Foro Estratégico de las Cajas de Ahorro que se celebra la semana próxima en Madrid, Quintás dijo que el organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez visita estas entidades "con regularidad y un nivel de profundidad que no se da en ningún otro país", por lo que "si hubiera habido algún problema, ya habría intervenido".
El presidente de la CECA insistió en que una hipotética intervención sería "innecesaria", y que "si algo tiene el Banco de España es que no le gusta mojarse innecesariamente", sino que centra su práctica habitual en dar consejos "muy razonables", como cuando advirtió contra el crecimiento excesivo del crédito.
"No hay ninguna caja que me preocupe", insistió, si bien pronosticó un aumento de la tasa de morosidad, una reducción del negocio y un menor crecimiento o descenso del beneficio de las cajas de ahorro en la actual coyuntura. Según sus cálculos, aunque se registraran pérdidas, éstas no llegarían en ningún caso a absorber el 60% de las defensas construidas.
En este sentido, Quintás abogó por un ejercicio de responsabilidad para evitar alarmismos innecesarios que podrían desembocar en una "estampida" de ahorradores como la que derivó en la quiebra y posterior intervención del banco británico Northern Rock por parte de las autoridades de Reino Unido.
Si sólo un cliente retira sus ahorros de una entidad "sólo él sale perdiendo", pero si se produce una retirada masiva se puede producir "un colapso, una tragedia" para la caja o banco que afecte a todo el sistema, porque el negocio de las entidades consiste "en prestar el dinero que les entra", indicó Quintás.
Sobre la posibilidad de incrementar el Fondo de Garantía de Depósitos, el presidente de la CECA no rechazó esta posibilidad si se extiende este sistema a otros países europeos, al entender que en la actualidad ya supone una desventaja respecto a las entidades extranjeras que operan en España y no se ven obligadas a realizar aportaciones.
Con este argumento, Quintás tampoco rechazó la posibilidad de que las entidades españolas se incorporen al sistema de garantía que prima en otros países comunitarios y que supone aportar la garantía de depósitos una vez que se produce un problema y no con anterioridad.
No obstante, el presidente de la patronal de las cajas estimó que en España se podría llevar a cabo un aumento del Fondo de Garantía de Depósitos "por razones de higiene pública", pero se mostró contrario a que se realice "en un momento en que se piense que es para evitar un riesgo".
En cuanto a la bajada de ratings de diversas cajas de ahorro por su elevada exposición al sector inmobiliario y de la construcción, Quintás calificó de "lógica" la decisión de las agencias de calificación en la actual crisis inmobiliaria. "Estamos en una fase de recesión en que las expectativas de las entidades no pueden ser las mismas", alegó.
No obstante, incidió en que no renunciaría a una eventual reducción a la mitad de la tasa de mora a cambio de menor exposición al sector del ladrillo. "Tener una cuota importante en la construcción antes era una ventaja y ahora es un inconveniente, pero volverá a ser una ventaja", vaticinó Quintás.
A su parecer, las cajas de ahorro "saldrán vencedoras, fortalecidas de la crisis", porque la actual coyuntura podría permitirles aumentar su cuota de mercado, dado que "cierran la ventanilla más tarde" que otras entidades a los clientes, aunque tendrán que hacer especial énfasis en ser más eficaces.
Acerca de la posible aparición de fusiones en cadena para compensar la subida de la tasa de morosidad, Quintás incidió en que el tamaño de las entidades no es el factor determinante, sino que la liquidez, solvencia y eficiencia son los principales instrumentos para la supervivencia.
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