Este fue uno de los acuerdos que alcanzaron hoy Generalitat y Gobierno en una reunión en Barcelona, en la que asistieron el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho; el ministro de Industria, Miguel Sebastián; y los consellers de Trabajo, Mar Serna, y el propio Huguet. Además, durante parte del encuentro, que se celebró en el Palau de la Generalitat, también estuvo presente el presidente de la Generalitat, José Montilla.
Paralelamente, Gobierno central y Generalitat acordaron constituir antes de finales de este mes un grupo de trabajo para tratar "específicamente" el futuro de Nissan en Cataluña. El grupo de trabajo requerirá la "implicación de la empresa", según explicaron en una nota conjunta ambas Administraciones, que apuntaron a que los temas a tratar incluirán "los temas laborales".
El fabricante de automóviles nipón presentó la semana pasada ante la Administración laboral catalana un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a 1.288 trabajadores en Barcelona y prevé la presentación de un nuevo expediente de 392 personas más a mediados de 2009.
El propósito de las dos mesas, tanto la de ámbito español que englobará a Estado y a las autonomías afectadas, como la que reunirá a tres bandas a Nissan y a ambas administraciones es similar, dijo Huguet: "Dar apoyo a la innovación del sector de la automoción para hacer la transición hacia el coche sostenible".
Ello significa que se tendrá que concretar cómo será esta transición, y el peso que puede tener España en el desarrollo e implementación de estas nuevas tecnologías. En estas reuniones se deberá abordar la construcción de "infraestructuras innecesarias de cara al coche eléctrico o a los híbridos", lo que significa "transformar lugares de carga". "Es poner en marcha un dispositivo complejo que hay que prever con tiempo", constató el conseller.
Ambas Administraciones se comprometieron a mantener "contacto permanente" y coincidieron en la necesidad de que la Unión Europea (UE) "se comprometa inequívocamente en el apoyo a este sector productivo", que se encuentra afectado por una caída de ventas "a nivel global".
Huguet reveló que tanto el Estado como la Generalitat están a la espera de que "próximamente la UE tome cartas en el asunto". "Esperamos unas políticas más sólidas que las que hasta ahora ha habido en automoción", dijo Huguet, quien consideró que la actuación española y catalana obedece a que "mientras la UE no reacciona", ambas administraciones tienen que "moverse".
Antes de asistir al Global China Business Meeting --un encuentro de empresarios chinos que hoy empezó en las antiguas 'Drassanes' (astilleros) de la capital catalana, Huguet concretó que en la reunión, la consellera Serna solicitó a Corbacho "menos rigidez en la aplicación de medidas de apoyo" a las empresas que contemplen la rescisión de contratos de trabajo, y también planteó la posibilidad de que "en casos muy concretos y de forma transitoria" que se pueden aplazar los pagos a la Seguridad Social para evitar problemas de "liquidez".
"Una cosa está muy clara, que es que los ministros son conscientes de que la automoción en Catalunya es una parte muy importante del conjunto del sector en todo el Estado", concluyó Huguet, quien dijo que la comunidad "está dispuesta, por su estructura industrial y en investigación, a ser uno de los lugares donde se implante en primera instancia el coche eléctrico"."Estamos preparados para ello y hemos dado a conocer a los ministros esta disponibilidad", detalló.
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