Fuentes municipales han anunciado que ya preparan un homenaje para este mismo mes de diciembre "o principios de enero".
A las 12 del mediodía tuvo lugar la misa funeral en memoria de Humet y posteriormente la familia y amigos se dirigieron al cementerio de la localidad donde se puso a disposición de los numerosos asistentes un libro de condolencias.
Unas doscientas personas, entre familiares, amigos y paisanos, han despedido al cantautor valenciano en la parroquia de su localidad natal, en un acto emotivo envuelto por la música de sus composiciones.
Los restos mortales de Humet han sido recibidos en la puerta del Ayuntamiento de Navarrés por familiares y miembros de la corporación, mientras la banda municipal interpretaba a modo de homenaje la canción "Otoño en Navarrés", escrita por Humet en 1982.
"Juanón, ahora estarás siempre con nosotros", le dio la bienvenida la concejal de Cultura, Laura Martínez, junto a otros ediles de la corporación, el alcalde Vicente Huesca, y la diputada socialista Ana Noguera.
Desde allí, el féretro ha sido trasladado a hombros hasta la parroquia de la localidad, donde se ha oficiado el funeral. Todos quisieron dar el último homenaje a su paisano más ilustre a pesar de un frío -seis grados a mediodía- .
En la iglesia, su hermano Esteban, cura, explicó que su mayor ilusión era haber pasado la Navidad con toda la familia. No pudo ser. Ayer le dieron el último adiós su madre, Rosario, su tía Herminia, varios hermanos, su actual mujer, su ex mujer, y tres de sus cuatro hijos: Juan, Esteban y Pier.
Posteriormente, la comitiva se ha trasladado a pie, acompañada por los músicos, hasta el cementerio municipal en un recorrido que ha hecho una parada en la calle que el municipio tiene dedicada a Joan Baptista Humet desde 1987. Ya no habrá más reuniones en navidades y verano en Navarrés.
El Ayuntamiento de Navarrés prepara ya ese acto de homenaje al cantautor, que tiene aquí esa calle con su nombre, y que se une al concierto previsto para el próximo día 16 en la Sala Anexa del Palau Sant Jordi --Sant Jordi Club-- debido al "éxito de convocatoria", según informó la organización, y en el que actuarán artistas como Joan Manuel Serrat, Lluís Llach, Maria del Mar Bonet, Marina Rossell, Víctor Manuel y Ana Belén, entre otros. Después de que las entradas se agotaran hoy en solo minutos, la organización buscó un espacio con más público. El Sant Jordi Club tiene una capacidad de hasta 3.000 personas.
Fuentes municipales han señalado que se está estudiando el posible nombramiento de Humet como hijo predilecto de Navarrés, aunque todavía no han podido concretar datos al respecto.
Según el diario "Levante", la semana pasada Humet anunció a un amigo del pueblo que pronto volvería a Navarrés. Y esta vez era para quedarse. El cantautor Joan Baptista Humet ha sido enterrado en su pueblo natal, tal como había decidido meses atrás, cuando la muerte -innegociable- estaba ya a la vuelta de la esquina.
A los 58 años y con 40 kilos menos, el autor de Clara, la legendaria canción que en 1980 inmortalizó los estragos de la droga, ha fallecido como consecuencia de un cáncer de estómago y tras una atípica trayectoria: fue cantante de éxito a finales de los setenta y primeros ochenta; desapareció por completo durante 18 años, y regresó en 2004 con Sólo bajé a comprar tabaco.
Pero el inusitado interés mediático no vino acompañado de una coyuntura favorable ni en ventas ni en contratos para cantar en directo.
En Navarrés, en una casa a la entrada del pueblo, vive Herminia Climent, tía de Joan Baptista. Sus 96 años no le impiden hablar con una lucidez y una memoria envidiables. Atesora decenas de recortes de prensa sobre el regreso de su sobrino y los periódicos que hace tres semanas revelaron el avanzado estado de su enfermedad.
"Hablé con él por última vez hace cuatro días. Me dijo: tía, te llamo para decirte adiós pero sobre todo para decirte que me voy feliz porque me ha dado tiempo a despedirme de todos", indicó.
Aunque Humet ha vivido 50 años en Cataluña (Terrassa y Barcelona) en Navarrés no hay duda: "era de aquí", insistían ayer. Lo corroboran no sólo el expreso deseo del entierro, sino sus visitas anuales, todos los veranos de su vida.
El amor definitivo a su pueblo lo demuestra otra petición. Encargó días atrás que en su lápida esculpan los versos de Otoño en Navarrés, la canción que dedicó en 1982 a su localidad natal, tal como explicó su tía, hermana de su madre. El ayuntamiento le dedicó una calle en el año 1987.
Su amigo Francisco Martínez comentó ayer que Juanón, como le llamaban, adoraba el pueblo. "Durante años le gustó el dominó; últimamente era más de ir en bicicleta por el campo. Era bastante introvertido", agregó.
Martínez recordó que en 1981, cuando Clara era número 1, "jugó un campeonato de futbito con nosotros. Ganamos y en la celebración del título, en la discoteca La Paloma, le hicimos coger la guitarra y que la cantara mientras nosotros silbábamos el famoso estribillo".
La última actuación de Humet, en 2006, tuvo lugar en Valladolid y fue un suplicio. Tenía el tímpano perforado y sufrió mucho en el escenario. Ahora, sabedor de su destino, estaba ilusionado con asistir el día 16 a su homenaje en el Teatre Nacional de Catalunya con Serrat, Llach o Víctor Manuel.
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