El producto, que se comercializará bajo la marca Zazen, es fruto de una "exhaustiva investigación" basada en la tecnología Outlast desarrollada por la NASA para mantener a los astronautas cómodos en el espacio.
Se trata de la primera sábana termoreguladora que existe en el mercado, que está confeccionada con un tejido funcional que es capaz de regular la temperatura corporal mientras la persona duerme. El producto amortigua los cambios de temperatura ya que absorbe los excesos de calor y lo libera cuando lo necesita.
La tecnología Outlast en que se basa esta sábana fue desarrollada por la NASA. Denominada 'phase change' (PCM) se aplicó a trajes y guantes especiales con el objeto de proteger a los astronautas de las fluctuaciones extremas entre el frío glacial y el calor abrasador que sienten cuando dan la vuelta por el espacio o cuando arreglan la estación espacial.
La empresa Aznar Textil ha conseguido aplicar esta tecnología a una sábana para el hogar en su apuesta "por la I+D+I como modo de posicionar su marca y su producto frente a la competencia". Recientemente lanzó las primeras sabanas antiestrés que ya se comercializan con "gran éxito" en el mercado.
Según explicó la empresa, el cuerpo pasa por varios ciclos de sueño durante la noche. Este proceso comienza al anochecer ya que la mente reacciona a las señales del ojo e inicia la producción de melatonina, un elemento químico natural que actúa para bajar la temperatura del cuerpo y hacerte tener sueño.
Cuando empiezas dormir, la respiración es más lenta y regular. Más tarde te vuelves menos receptivo a sonidos exteriores y finalmente experimentas el sueño REM, una parte esencial en el ciclo del sueño que es responsable de recargar y reorganizar la mente para el día siguiente.
La propensión para entrar en un sueño REM aumenta cuando la temperatura del cuerpo se encuentra en su nivel más bajo.
La sábana Zazen Termoreguladora con Outlast ayuda al cuerpo a alcanzar y mantener esta temperatura optima para el sueño REM, al basarse en las partículas Thermocules PCM, unas microcápsulas muy duraderas y con capacidad para actuar de manera interactiva absorbiendo, almacenando, distribuyendo y liberando el calor corporal.
Estas partículas, según la empresa, "reducen los cambios de temperatura y humedad; absorben el exceso de calor, cargando el material más frío del Outlast y buscan el equilibrio térmico, el calor se distribuye por toda la fibra y tejido".
Cuando la temperatura corporal llega ser más fría el tejido realiza el mismo ciclo a la inversa.
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