Por ello, la misionera, nacida en Fortaleny hace 50 años, ha comenzado a repartir en la calle a indigentes del suburbio donde vive "los alimentos que no se consumen estos días en el comedor por el cierre provisional, ya que de otra forma se echarían a perder", señaló la religiosa.
Jordá, religiosa de la Fraternidad Misionera Verbum Dei, explicó que en Guadalajara "hay mucha preocupación ante el avance de la gripe", por lo que "estamos siguiendo las indicaciones de las autoridades, que recomiendan evitar las aglomeraciones de personas para reducir la posibilidad de contagio".
La misionera, que permanece en México desde hace once años, dirige un comedor social en Guadalajara para 200 niños de familias sin recursos y colabora en las sesiones de formación integral organizadas por el Verbum Dei para adultos que "en alto porcentaje en nuestro barrio tienen problemas de desempleo y drogas".
Llinares, religioso de la orden de San Juan de Dios, de 84 años y natural de Bocairent, es enfermero jubilado y ayuda en los servicios religiosos del sanatorio visitando a los enfermos psiquiátricos.
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