Ferrer explicó en un comunicado que en enero del año 2001 se aprobó provisionalmente el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de El Cabanyal, que en abril fue aprobado definitivamente por la Consellería y en mayo por el Pleno Municipal.
Según el edil, en el mes de marzo, una constructora local adquirió "por azar" dos pequeñas casas antiguas y protegidas, con las que "evidentemente no tenía intención de hacer nada". "La protección impedía derribarlas y la rehabilitación, salvo que fuera para instalar sus oficinas, no era una previsible solución de la compra", señaló el concejal.
El representante socialista añadió que el 6 de junio los concejales delegados de Hacienda y de Patrimonio llevaron a la Junta Gobierno Local una moción conjunta a fin de comparar las casas contiguas al Museo de la Semana Santa Marinera y proceder a su ampliación. La Junta de Gobierno Local aprobó dos días después la moción de ambos concejales. Ferrer comentó que "como se puede ya suponer, el azar hizo que las casas a adquirir eran propiedad de una constructora local que las había comprado justo tres meses antes".
En opinión del concejal del PSPV, "las cosas se le complicaron al consistorio cuando resultó que la nueva propietaria no quería venderlas, sino permutarlas por suelo edificable". Además, tal y como aseguró, "le propuso al Ayuntamiento qué solar preciso deseaba para hacer la permuta".
Posteriormente, en febrero de 2002 la Junta de Gobierno aprobó la permuta propuesta y mantuvo como precio del solar el que figuraba en el inventario de patrimonio y que era el precio del metro cuadrado para Vivienda de Protección Pública (VPP) multiplicado por el número de metros totales del solar (389,721 euros) mientras las casas se valoraron en 243.650 euros.
"La constructora local no estaba por la labor de dedicarse a edificar, así que buscó a otra constructora para que le comprara el solar y fue elegida por razón de vecindad: estaba terminando una promoción de viviendas en los solares contiguos al solar permutado", subrayó el edil.
La constructora que si construía, pagó 763.186 euros porque el solar permitía construir vivienda libre, con lo que la vendedora ganó 373.500 euros, según Juan Ferrer, quien agregó que como la segunda constructora "no quería pagarlo todo en dinero, decidieron cerrar la operación mediante el pago en efectivo de 448.117 euros y el resto, 315.000 en pisos de renta libre terminados de la vecina promoción pero valorados a precio de coste: tres pisos con sus respectivos garajes".
La vendedora puso los pisos y garajes en el mercado y obtuvo unos 564.000 euros, a juzgar por el precio de venta del resto de viviendas de la promoción, por lo que si se le resta el coste, 315.000 euros, "tenemos un nuevo beneficio de 249.000 euros". Por su parte, la constructora local "ganó 622.000 euros sin mover ni un solo ladrillo". El edil socialista calificó la operación de "chollazo urbanístico sin haber tenido que poner ni un duro".
"Nadie en el equipo de gobierno del Ayuntamiento se ha acordado de la ampliación ni de las casas que están viejas y abandonadas; Nadie ha propuesto una acción con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local --'Plan Zapatero'-- y tampoco con cargo al Plan Confianza 'Fondo Camps'".
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