Asimismo, explicó que existen "muchos pareceres" sobre lo que representó en Chile Llidó, quien legó un "testimonio grandioso que muchos no entienden" en este país latinoamericano.
Jesús Rodríguez se refirió en estos términos durante la presentación en el edificio histórico de La Nau en Valencia de sus memorias 'Un sacerdote junto al pueblo. Misión y profecía. Chile: 1965-2009', donde cuenta su llegada al país andino en 1965, así como hechos tan relevantes como la experiencia socialista del Gobierno de Salvador Allende o el golpe de Estado de del 11 de septiembre de 1973, perpetrado por el dictador Augusto Pinochet.
Asimismo, el libro abunda en la represión de la dictadura militar, que se centró en los sectores más humildes, los años de hambre y terror en las poblaciones, la lucha por la democracia en los años 80, la Transición, y el impacto de las políticas liberales. También cuenta como, en 1975, este sacerdote realizó varias gestiones para encontrar con vida a Antonio Llidó, desaparecido a manos de los agentes de la DINA el 1 de octubre de 1974.
El abogado Andrés Aylwin, en la presentación del libro, describe este documento como un testimonio de "gran autenticidad, profundamente humano, y en muchos aspectos, conmovedor". "Digamos, además, un libro necesario en lo que se refiere a la descripción de lo que sucedió en Chile en las poblaciones periféricas de Santiaggo, y en el resto del país, a partir del golpe militar del 11 de septiembre de 1973", establece.
Durante su intervención, Jesús Rodríguez manifestó que su relación con Llidó era "lejana", pero que compartían ciertas cosas, como los movimientos cristianos a los que pertenecían. "Llidó era muy radical en su seguimiento de Jesús de Nazaret y en la opción de los pobres", explicó el sacerdote gallego, quien añadió que "era muy coherente con su convicción religiosa".
Destacó que "no todos en Chile tuvieron un criterio excelente de él porque lo acusaron de político". No obstante, Jesús Rodríguez indicó que ser militante político es "muy humano", por lo que consideró que "no hay que desacreditar a nadie por esto y menos a una persona tan heroica" como Antonio Llidó.
Por otro lado y preguntado sobre las diferencias entre la Iglesia en Chile, más apegada a las políticas de izquierdas, y la Iglesia en España, el religioso gallego relató que un obispo le dijo que "España tenía un peso histórico tan grande y especial que nos cuesta un mundo desprendernos de los que tenemos que desprendernos".
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