La apertura de la selección completa se convirtió en un homenaje al ex director del espacio cultural, Romà de la Calle --que dimitió después de la decisión de la corporación provincial-- y contó con numerosos representantes del mundo de la política, entre los que se encontraban el delegado del Gobierno en la Comunitat, Ricardo Peralta, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, los portavoces socialistas en la Diputación y el Ayuntamiento de Valencia, Rafael Rubio y Carmen Alborch; el portavoz de Compromís, Enric Morera, y la coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz.
También acudieron personalidades de la cultura, como el diseñador Francis Montesinos, el presidente de la Asociación de Críticos de Arte de Valencia, José Luis Pérez Pont, o el de Acció Cultural del País Valencià, Eliseu Climent; así como del sindicalismo y del periodismo valencianos.
El acto estuvo protagonizado por Romà de la Calle, que realizó un emotivo discurso en el que reconoció "lo duro que ha sido dejar un museo que siempre quiso ser diferente". El profesor de Estética agregó que la libertad de expresión "es como el aire, que sólo se habla de ella cuando falta o está contaminada" y bromeó con el hecho de que ahora va a tener que ingresar en el colectivo de La Unió de Periodistes como doctor honoris causa "per collons" (por cojones)".
De la Calle defendió que a la libertad de expresión "no hay que levantarle monumentos sino llevarla dentro día a día" e hizo referencia a las explicaciones dadas desde la Diputación de Valencia.
Así, consideró que no se puede enfrentar la libertad de opinión a la de expresión porque sin ésta no es posible tener la primera. De igual modo, argumento que es tan "sospechoso" querer politizar algo como despolitizarlo, ya que "cuando alguien dice que hay que diferencia entre arte y política es para echarse a temblar".
"¿Se es filósofo por la mañana, político por la tarde y 'follaor' por la noche?. No, se es todo", sentenció.
El ex director, que se vio interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes, recalcó que "no podía hacer otra cosa" que dimitir. "Primero para poder pasear por las calles con la cara en alto, para poder dormir tranquilo, y para que mis nietos y mis hijos no se avergüencen de mí ni tampoco mis amigos y mis conciudadanos", aseveró.
De la Calle reiteró que las dos condiciones necesarias para volver a dirigir el MuVIM serían que la exposición se repusiera íntegra en su lugar y que dimitiera el diputado Máximo Caturla --a quien atribuye la iniciativa de retirar las imágenes-- aunque tras su discurso especificó que durante estos días no ha recibido del PP de la Diputación ninguna carta ni comunicación. "Yo he dimitido, con inocencia, si no dimiten los culpables algo falla, algo huele a podrido", resaltó.
Finalmente, agradeció el trabajo realizado a las personas que han formado su equipo durante los seis años al frente del MuVIM y recordó que este centro cosechó siete premios y se convirtió en un museo "con más visitantes" que otros a pesar de los dos "Goliats" que tiene alrededor, en alusión al IVAM y al Museo de Bellas Artes San Pío V.
En el acto de inauguración tomó la palabra también el presidente de La Unió de Periodistes, Ximo Clemente, quien leyó un comunicado de la entidad en el que sostiene que "la censura a la exposición 'Fragments d'un any' ha constituido una agresión inconcebible en una sociedad democrática como la valenciana del año 2010".
Del mismo modo, el colectivo profesional recuerda que la "libertad de expresión tiene que ser conquistada" y que en el territorio valenciano "el desprecio a los medios de comunicación no es un hecho aislado".
"Los periodistas somos los depositarios de un derecho que pertenece a la sociedad por eso un ataque como el sufrido ahora desde la Diputación de Valencia lo es contra toda la sociedad y afecta a todos", defendió Clemente, quien apuntó que "hay instituciones que no quieren oír ni escuchar muchas cosas".
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