jueves, 9 de septiembre de 2010

Más nubarrones para el sector automovilístico en España

MADRID.- El sector de la automoción en España se ha tropezado con la dura realidad a la vuelta de las vacaciones estivales tras disfrutar de casi un año de bonanza aparente gracias a las ayudas oficiales para la compra de un turismo.

"La situación es desesperante. En agosto, hubo semanas que no vendimos ni un coche y la gente que viene sólo pregunta por gangas", dijo Luis Muñoz, que regenta un concesionario de Opel en Madrid.

Las estadísticas oficiales confirman este panorama. En agosto, se vendieron 44.758 coches, un descenso del 23,8 por ciento frente al mismo mes de 2009, el peor dato desde el inicio de la actual serie de estadísticas en 1989. Uno de cada 10 concesionarios no ha vendido ni un coche el mes pasado.

Los expertos atribuyen el reciente desplome al final de las subvenciones y a la subida del IVA en julio y advierten de una ola de despidos si las ventas no remontan.

"Los concesionarios son PYMEs que tienen unas estructuras preparadas para vender 1,8 millones de vehículos al año y este año con suerte llegaremos a vender entre 925.000 y 950.000, si no se adoptan medidas (adicionales)", dijo Blas Vives, secretario general de Faconauto, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción.

Tras perder 30.000 empleos en la crisis de 2007-2008, Faconauto teme un recorte de otros 10.000 puestos como consecuencia de la nueva contracción del mercado, una cifra que GANVAM, una asociación de vendedores, eleva hasta 15.000-20.000 en el área de distribución.

Pero la crisis no solo afecta a los concesionarios - un sector que agrupa 150.000 empleados y factura unos 80.000 millones de euros -, sino también a las plantas de producción.

Según Vicente Adrián, director general de Seat, la división en España de Volkswagen, los concesionarios han recortado ahora sus pedidos a las fábricas e importadores entre un 50 y un 70 por ciento, lo que no sólo apunta a un mayor desplome de las ventas en la recta final del año sino que obliga también a ajustes en la producción en las factorías.

"Estimamos que el mercado español cerrará en 2010 con unas 960.000 unidades matriculadas y con caídas de aproximadamente el 30 por ciento en el último cuatrimestre del año con respecto a 2009", dijo Adrián.

Para la fábrica de Seat - líder de mercado en facturación en España - y las demás plantas de automóviles en el territorio nacional, la caída de las ventas es un nuevo revés en su intento de recuperar niveles de producción previos a la crisis, cuando se fabricaban casi 3 millones de vehículos en España.

El año pasado, de las 18 plantas de automóviles en España salieron sólo 2,17 millones de vehículos (de los cuales 1,8 millones fueron turismos) y la recuperación registrada en la primera mitad del año tropieza ahora con la caída de ventas en España y la atonía en sus principales mercados exteriores.

Pero el sector de automoción, que supone cerca del 7 por ciento del PIB y el 25 por ciento de las exportaciones en España, es consciente de su importancia para la economía.

"Si este sector se hunde, va a tener un efecto colateral muy negativo sobre la macroeconomía", dice Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de GANVAM.

Por este motivo, fabricantes, concesionarios y proveedores se han aliado ahora para pedir nuevas ayudas al Gobierno.

"La industria del automóvil necesita comprar tiempo hasta que mejore el consumo y el entorno económico", dijo una fuente del sector. "En caso contrario, no quedará otro remedio que volver a ajustar a las plantillas", agregó.

Pero el Gobierno, inmerso en un duro proceso de consolidación fiscal para bajar el déficit público al 6 por ciento del PIB en 2011, no dispone de fondos para nuevas ayudas.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ya contestó en varias ocasiones que no iba a haber nuevas subvenciones debido al ajuste y a la retirada de estas ayudas en prácticamente todos los mercados europeos adonde se dirige el 80 por ciento de la producción de las plantas españolas.

Consciente de la imposibilidad de conseguir nuevas ayudas directas, Faconauto propone ahora la reducción de la tasa de matriculación en los próximos meses para incentivar las ventas.

España recaudó el año pasado unos 85 millones de euros con esta tasa y la reducción de esta partida se compensaría con el IVA y la tasa de circulación, entre otros tributos, según esta asociación.

"¿Cuál es el factor diferencial que ofrece España para que no se deslocalicen las inversiones? Un mercado sólido. Si nos cargamos el mercado estaremos dando razones para la deslocalización", advirtió Vives.

Pero la debilidad del mercado español no sólo alentaría el traslado de la producción a mercados más baratos y boyantes -- todas las plantas en España están en manos de multinacionales -- sino que haría peligrar futuras inversiones en un momento en que el Gobierno central y Cataluña se esfuerzan por atraer a Mitsubishi y al fabricante chino Chery a España.

"Está claro que una mejora de las cifras (de ventas) ayudaría a vender la imagen de España hacia fuera", dijo un portavoz de Anfac.

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