MADRID.- Un 12 por ciento de las farmacias en España podrían estar vendiendo antibióticos sin la obligatoria receta médica, su consumo sin la prescripción de un médico aumenta las interacciones entre medicamentos y reduce su eficacia, recuerda el presidente del Observatorio de la Prescripción, órgano consultivo de la Organización Médica Colegial (OMC), el doctor Pedro Hidalgo.
A su juicio, según ha explicado, es una "irresponsabilidad e ilegalidad" que aún haya farmacias que, como explica un reciente informe de la OCU, sigan en España "indicando, dispensando y vendiendo un antibiótico", rompiendo así con el "compromiso" médico para el paciente y la "confianza" que debe haber con el médico.
Esta situación imposibilita que su consumo quede reflejado en el historial clínico del paciente, "y nos encontramos en urgencias con efectos adversos y con problemas a veces graves pero que no podemos achacar a qué porque no viene en su historial", añade.
En la actualidad, señalan desde la OCU, la situación ha mejorado bastante si se tiene en cuenta que un estudio anterior, realizado hace 9 años, mostraba que más de la mitad de las farmacias (55%) dispensaba en aquel momento fármacos sin receta.
No obstante, "teniendo en cuenta que la prescripción es siempre el final de un acto terapéutico", el doctor Hidalgo afirma que, para la organización médica a la que pertenece, un 12 por ciento siga vendiendo fármacos si receta es un "gran porcentaje".
"A nosotros este tipo de documentos nos alarma porque podemos hablar de los datos como un problema de salud pública. Hablamos del mal uso y del abuso", añade, al tiempo que afirma que este tipo de actitud promueve que se repita, lo que, a la larga, "rompe" con las campañas educativas sobre el buen uso del medicamento que se están haciendo desde hace años por parte del Ministerio de Sanidad y diferentes asociaciones médicas.
Por otra parte, penaliza el que el 83 por ciento de los casos el farmacéutico no preguntará al paciente si era alérgico a alguno de los componentes y excipientes; que sólo en un 7 por ciento de las farmacias visitadas se ofrecía consejos y asesoramiento sobre la afección; y que en el 79 por ciento de las farmacias visitadas no se diera 'ticket' de compra, a no ser que se pidiera expresamente.
Esta en contra de la prescripción farmacéutica pero no del consejo farmacéutico, una particularidad de estos profesionales valorada notablemente porque ayudan a derivar al médico muchos pacientes. A su juicio, "el que dispensa no prescribe y el que prescribe no dispensa. Los lindes que la profesión no debe permitir que se cuecen las facultades".
"Para nosotros la prescripción es la responsabilidad del médico, se prescribe después de hacer la historia y diagnosticar al paciente. Los médicos nos comprometemos con la receta, es un compromiso terapéutico que se produce después de hablar confidencialmente con el paciente", explica.
"En Europa se consume un exceso de antibióticos", denuncia Hidalgo, que lamenta que España se encuentre entre los países que más consumen, en gran medida no por el médico sino por una venta no racional. Por este motivo, la resistencia bacteriana a los distintos grupos de antibióticos es mayor en aquellos países, como España, donde con más frecuencia se emplean.
"Desde Europa que nos señala como generadores de resistencias o de consumo abusivo. Y es porque la venta libre está existiendo", advierte. De ahí la importancia de restringir su consumo a los casos estrictamente necesarios; evitar la automedicación; y, una vez recetado, seguir el tratamiento hasta el final.
En España, las farmacias de Valencia, Pamplona, Murcia y Barcelona, es donde se podrían estar vendiendo antibióticos sin la obligatoria receta médica, según el informe de la OCU. "El rizo del rizo indicarle, dispensarle y venderle un antibiotico; es matar moscas con cañonazos", añade.
Los médicos, explica, tienen especial "cuidado y preocupación" con las interacciones medicamentosas en un gran número de pacientes, pero sobre todo con los enfermos crónicos: asmáticos, diabéticos, hipertensos, alérgicos, etc. "Porque una serie de fármacos que entre sí pueden generar una interacción en ocasiones un gran número de consultas e ingresos en Urgencias", advierte.
"El médico conoce los grupos terapéuticos que son antagónicos o que pueden tener interacciones dañinas. Los pacientes no son farmacéuticos ni médicos", repite, al tiempo que enfatiza la "complejidad" de la farmacoterapia. Por tanto, el mayor consejo que puede dar es acudir siempre a la consulta del medico. "Ante la duda no dudes, consulta con tu medico", concluye
Volviendo a los datos de estudio, se observó que en la mayoría de las farmacias visitadas de Cáceres, Santander, Valladolid, Pamplona, Málaga y Bilbao se ofreció un antiinflamatorio, que precisa receta médica por su dosis. Además, en este estudio, se ha detectado que se dispensaban antiinflamatorios en dosis que sólo se pueden vender con la preceptiva receta médica. Y por supuesto, no es de recibo la elevada frecuencia con la que se olvida preguntar al consumidor sobre posibles alergias.
Entre las principales conclusiones, se ha podido observar que en un 15 por ciento de las visitas, la persona que atiende no está identificada, a pesar de que la legislación lo obliga expresamente; hasta en un 23 por ciento de los casos, el farmacéutico no pregunto al cliente por posibles síntomas, y en, al menos, un 50 por ciento el interés no sobrepaso un par de preguntas.
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