MADRID.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, estaba informado de que
Rodrigo Rato iba a dimitir de la presidencia de Bankia antes de que el
ex ministro de Economía anunciara su decisión, según informaron fuentes gubernamentales.
La decisión de Rodrigo Rato de dejar Bankia y BFA se ha conocido
sobre las dos y media de la tarde de hoy, poco después de que se supiera
que Bankia recibirá respaldo público por entre 7.000 y 10.000 millones
de euros a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria
(FROB), organismo dependiente del Banco de España.
Sin embargo, las fuentes aseguran que
jefe del Ejecutivo conocía esta decisión incluso antes de la entrevista
que ha tenido esta mañana en Onda Cero, en la que ha asegurado que "si
fuera necesario" se inyectaría dinero público en algunas entidades
financieras para sanearlas. "Sólo si fuera necesario y en última
instancia", aseveró Rajoy al ser preguntado sobre si el Gobierno pondría
dinero para salvar Bankia.
Otras fuentes del sector financiero
aseguran que el propio Rodrigo Rato habría ido a Moncloa para comunicar
en persona su decisión de dimitir y de proponer como su sustituto al ex
consejero delegado del BBVA José Ignacio Goirigolzarri.
De hecho, el nombre de Goirigolzarri ya había sonado con
anterioridad como posible consejero delegado para Bankia y podría formar
parte del paquete de medidas que el Ejecutivo estaba reclamando a
Rodrigo Rato para aplicar en la entidad, entre las que estarían, además,
que se despolitizara la caja y se profesionalizara el 'staff' de la
misma.
Las fuentes consultadas no precisan el motivo concreto por el que
Rodrigo Rato ha adoptado esta decisión, aunque apuntan que puede estar
relacionada con el desacuerdo de Rato con el contenido del plan para dar
viabilidad a la entidad financiera, centrando sus discrepancias, sobre
todo en la cuantía de la ayuda y en la exigencia de cambiar al equipo
ejecutivo. Aunque también apuntan a que podrían haber influido en esta
decisión las informaciones aparecidas hoy sobre el plan que Economía y
el Banco de España estaban preparando para Bankia, en las que se
afirmaba que se contemplaban ayudas públicas.
Lo cierto es que el plan para salvar a Bankia estaba siendo
negociado desde hace días con el Ejecutivo y había un acuerdo tácito con
el Gobierno para que éste incluyera una solución para la entidad que
hasta hoy presidía Rato en la segunda fase de la reestructuración
financiera que va a aprobar el Ejecutivo de Rajoy el próximo viernes en
el Consejo de Ministros.
Las mismas fuentes explicaron que, aunque la preocupación por la
situación de Bankia no es nueva, lo cierto es que no se ha actuado antes
por la confianza que inspiraba Rato al Gobierno para afrontar la
situación.
Sin embargo, y después de que éste ganara el pulso al Ejecutivo
para evitar una fusión con La Caixa, ha pesado sobremanera en el
Ejecutivo la presión de Bruselas, del BCE y del FMI al Gobierno para que
despeje cuanto antes las dudas sobre la solvencia del sistema
financiero español, que está siendo además, una de las rémoras que
lastran el diferencial de la deuda española en los mercados.
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