CASTELLÓN.- El Rectorado de la Universitat Jaume I ha
solicitado a la Consellería de Gobernación la paralización de las
sanciones administrativas que puedan derivarse a los estudiantes que
participaron en los incidentes ocurridos en la inauguración del edificio
Espaitec 2 el pasado 10 de septiembre, ya que entiende que, si procede,
éstas serán impuestas por la propia Universidad.
El Rectorado ha reiterado en un comunicado su condena a cualquier
tipo de violencia y ha hecho un llamamiento a toda la comunidad
universitaria a ejercer el derecho de protesta y crítica "desde el
respeto y la manifestación pacífica de las ideas".
La UJI se ha manifestado así tras las indagaciones llevadas a
cabo, como consecuencia del procedimiento informativo que abrió sobre
los hechos ocurridos en el campus entre un grupo de manifestantes y
agentes de la Policía que derivaron en una serie de daños materiales y
personales.
El Rectorado ha recopilado información de la Consellería de
Gobernación de la Generalitat Valenciana, de la Subdelegación del
Gobierno, de los trabajadores del edificio de Espaitec II, de los
guardias de la seguridad privada del campus y de las asociaciones
estudiantiles convocantes de la concentración.
Así, el Rectorado ha insistido en que no solicitó previamente al
10 de septiembre de 2012 la presencia preventiva ese día de ningún
agente de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado por entender que
no era necesaria su intervención en este acto, y así lo hizo saber a la
Subdelegación del Gobierno en Castellón.
A la vez, ha aclarado que la presencia de miembros de la Policía
en el campus --concretamente de una unidad de la Policía Nacional
adscrita a la Policía Autonómica-- se debió al hecho de que venían
acompañando, en su trabajo de escolta y seguridad, "como es habitual",
al presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, y otros
miembros del Gobierno valenciano.
También explica el Rectorado que la entrada de un grupo de
personas, "entre los que había algunos estudiantes y otros que no lo
eran", en el garaje del edificio, así como otros intentos no autorizados
de acceso al mismo --con el uso de escaleras para llegar a la
terraza--, "llevó a los guardias de la seguridad privada del campus a
solicitar el apoyo de los agentes de la Policía Autonómica allí
presentes".
El comportamiento de los manifestantes, en opinión del servicio de
seguridad del campus y de trabajadores de empresas acomodadas en
Espaitec, fue "claramente violento" y exigió la intervención policial
para poder ponerle fin, mientras que la intervención de la Policía fue,
según el estudiantado, "desproporcionada, provocando daños personales en
los manifestantes, que han presentado 14 partes de lesiones".
Después de la intervención de la Policía Autonómica, ésta solicitó
la presencia de agentes de refuerzo de la Policía Nacional, que no fue
autorizada por el Rectorado al entender que la situación no lo requería,
según la UJI.
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