VALENCIA.- El productor Roberto Lisart, que denunció desde el sindicato CCOO la
falta de titulación exigida de la ex directora general de Teatres de la
Generalitat Valenciana Inmaculada Gil-Lázaro, ha celebrado la decisión
de la Conselleria de Cultura de extinguir su relación laboral porque, a
su juicio, convirtió el organismo teatral en "una autocracia de opereta
con chófer".
Lisart se ha manifestado en estos términos sobre la resolución
del departamento que dirige Vicent Marzà de dar de baja a Gil-Lázaro de
CulturArts por no haber acreditado estar en posesión de la titulación
necesaria para ocupar la plaza número 85 de la relación de puestos de
trabajo de Teatres de la Generalitat.
En julio de 2015, CCOO
elaboró un informe en el que sostenía que Inmaculada Gil Lázaro "no
acreditaba titulación" para ocupar la plaza número 85 de coordinadora
del Centre Coreogràfic en CulturArts y, por lo tanto, "engañó durante 17
años" a la institución.
Tras pedir los informes
correspondientes, la Conselleria ha dado la razón al sindicato y el
pasado 2 de febrero comunicó a la exdirigente, mediante burofax, que la
daba de baja. Asimismo, le informó de que el camerino que usaba para
realizar su trabajo va a ser utilizado "para fines artísticos" por lo
que pedía que acudiera a retirar sus pertenencias antes de este viernes,
5 de febrero.
Al respecto, Lisart, ahora adscrito al equipo
de Teatres como técnico de Gestión Cultural con el nuevo subdirector
Manel Chaqués, ha manifestado que "el caso Gil Lázaro es una cuestión de
estricto cumplimiento del principio de igualdad y que una de sus
mayores preocupaciones ha sido el acceso de los ciudadanos al empleo
público".
A su parecer, es un caso emblemático por cuanto la
exdirectora "diseñó su propio puesto de trabajo valiéndose de su
posición política, tan próxima al poder que ha representado en Valencia
los 20 de años de gobierno del Partido Popular, donde se han permitido
trajes a medida e irregularidades, tanto en la creación como en la
adjudicación de los puestos de trabajo con el control efectivo de los
procesos selectivos, con no pocas complicidades sindicales y tejiendo
una multitud de redes clientelares, lo que ha servido para perpetuarse
en el poder".
Lisart,
que también ejerció como asesor también del grupo de EUPV en las Corts,
sostiene que Inmaculada Gil Lázaro "destruyó en los últimos años la
política cultural de teatro y danza y convirtió Teatres en una
autocracia de opereta con chófer, Mercedes y signos de ostentación
consentidos por una Conselleria de Cultura que tenía como objetivos el
culturalismo banal y el despilfarro".
"El final de esta historia
no podía ser una plaza vitalicia con un expediente ilegal. Siempre supe
que no tenía estudios superiores para ocupar una plaza de técnico. En
2001 se ocultó bajo el manto de un contrato de alta dirección y tenía
las pruebas por mi condición de delegado sindical. Mirar hacia otro lado
y eludir el problema hubiera sido una grave irresponsabilidad y una
dejación de funciones como empleado público".
"Le deseo suerte y
le animo a que haga lo mismo que hice en circunstancias adversas:
estudiar y mejorar la preparación. Por último el ex sindicalista pide
"que el camerino que ocupó durante años Inmaculada sea devuelto a los
artistas sin más demora. Las bicicletas son para el verano y los
camerinos son para los artistas", sentencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario