Pese a los
desaires del griego Tsipras, que se ha negado a hacer de intermediario
entre PedroSánchez y el líder de Podemos, Pablo Manuel Iglesias, con
cuyo grupo es necesario contar para superar la investidura, el líder
socialista sigue adelante con su objetivo de llegar a
La Moncloa. A la negativa de Podemos se suman las advertencias de Ciudadanos de este mismo domingo de que ellos no irán con Pedro Sánchez si se suma Podemos.
La Moncloa. A la negativa de Podemos se suman las advertencias de Ciudadanos de este mismo domingo de que ellos no irán con Pedro Sánchez si se suma Podemos.
Pero
pese a que la mayoría de los partidos, en especial PP y Podemos,
están enviando señales claras de haber dado por concluidas las
negociaciones, el PSOE sigue adelante con su empeño.
Pedro
Sánchez inicia esta mañana un viaje de trabajo a Canarias donde tiene
previsto entrevistarse con el presidente canario, Pedro Clavijo,
de Coalición Canaria, partido que le dio su voto en el Congreso de los
Diputados en el segundo día de la votación de investidura,
después de haberse abstenido en la primera.
Frente a la
ausencia de actividades previstas en la agenda del presidente del
Gobierno en funciones, Sánchez quiere ofrecer la imagen de que no se
puede dejar de trabajar en las circunstancias actuales.
Además
de entrevistar con los máximos responsables del Gobierno de
Canarias, también lo hará con representantes de los empresarios y
sindicatos de las islas. Si este lunes lo hace en Las Palmas de Gran
Canaria, mañana martes, se desplazará hasta Tenerife para
continuar su visita como si ejerciera ya de Presidente del Gobierno.
Desde
el País Vasco, este domingo reiteraba el secretario general del
PSE-EE de Guipúzcoa, Iñaki Arriola, el empeño de su partido por
conseguir la mayoría necesaria para formar Gobierno con el
objetivo de conseguir una ‘nación más justa’.
Lo decía en el
acto de homenaje a Juan Priede en el decimocuarto aniversario de
su asesinato por la banda terrorista ETA. Arriola ha dado por hecho
que "se pueda conseguir una mayoría suficiente" que respalde a ese
futuro Gobierno "de progreso".
Frente a este optimismo se
posiciona el pesimismo de los representantes de Ciudadanos, el
otro partido que ha firmado el único documento sobre un pacto para
gobernar que se ha realizado hasta ahora.
La portavoz de
Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, decía tajante
que "es evidente" que Ciudadanos, PSOE y Podemos no pueden estar
juntos "en el mismo barco", ya que este último no admitiría muchas
de las condiciones impuestas por la formación que lidera Albert
Rivera.
Sencillamente venía a reconocer lo que habían ya dicho
abiertamente los máximos representantes de Podemos. Desde Madrid
lo ha reiterado, Pablo Manuel Iglesias y, desde Barcelona, lo ha hecho
el máximo representante de En Comú Podem, Xavier Domènech.
La
única novedad que se produce desde la desaparición de la escena
pública del número dos de Podemos, Iñigo Errejón, es si cabe la
posibilidad de que al menos una parte de su grupo se abstenga, en
caso de haber nuevo debate de investidura, para que Sánchez pueda
conseguir la presidencia del Gobierno.
Es algo que se podrá
aclarar a lo largo de esta semana, en la que se da por hecho que
Errejón comparecerá de nuevo, aunque no existe fecha para ello. Las
divisiones siempre salen. Los electores castigan a los partidos
cuando muestran discrepancias profundas en la gestión de los
asuntos internos del partido.
Son los principales
acontecimientos de una semana en la que el Gobierno solo ha dado a
conocer comparecencias del Ejecutivo en cuestiones
protocolarias, para que sus eventuales votantes no se olviden de
ellos.
(*) Periodista
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