VALENCIA.- Las presiones para parar la recuperación para la gestión
pública del área sanitaria de la Ribera -donde se encuentra el hospital
de Alzira- llegan al Palau de la Generalitat por tierra mar y aire,
pese a que el presidente Ximo Puig -y la consellera de Sanidad, Carmen
Montón- ha dicho desde un principio que la reversión era imparable.
A
las denuncias en los tribunales de Ribera Salud - una decena de recursos- se han sumado los libros y conferencias de exaltos cargos del socialismo felipista contratados por la propia concesionaria para hablar bien de la privatización sanitaria, según www.eldiario.es.
Otra de las estrategias de desestabilización de la decisión del
Gobierno valenciano han sido las presiones diplomáticas.
Así, tanto el embajador de España en EEUU, el exministro de Defensa Pedro Morenés, como la propia embajada norteamericana en España se han puesto en contacto con Ximo Puig para que cambie de opinión. Y es que el 50% de Ribera Salud es propiedad de la multinacional estadounidense Centene. El otro 50% pertenece al Banco Sabadell.
Así, tanto el embajador de España en EEUU, el exministro de Defensa Pedro Morenés, como la propia embajada norteamericana en España se han puesto en contacto con Ximo Puig para que cambie de opinión. Y es que el 50% de Ribera Salud es propiedad de la multinacional estadounidense Centene. El otro 50% pertenece al Banco Sabadell.
Así, hace medio año fue el exministro de Defensa, Pedro
Morenés, quien en su puesto de embajador de España en Washington intentó
mediar con la Generalitat para que Ribera Salud continuara con la
privatización pese a acabarse el contrato el próximo 31 de marzo.
El contacto se sustanció en una llamada a Puig a petición de la multinacional. La llamada fue cordial, pero obtuvo un no rotundo del presidente, que desde el minuto uno ha estado a favor de recuperar la gestión del área de Alzira, privatizada por el PP de Eduardo Zaplana hace justo veinte años.
El contacto se sustanció en una llamada a Puig a petición de la multinacional. La llamada fue cordial, pero obtuvo un no rotundo del presidente, que desde el minuto uno ha estado a favor de recuperar la gestión del área de Alzira, privatizada por el PP de Eduardo Zaplana hace justo veinte años.
La última presión ha venido
directamente de la embajada de EEUU en España. En este caso ha sido por
carta y en nombre de un "consejero comercial en funciones", no en boca
del embajador. La misiva defiende la inversión del grupo Centene y las
virtudes del modelo de colaboración público-privada.
La contestación, como la que le dio al exministro de Mariano Rajoy, el contrato con Ribera Salud en el área de la Ribera se ha terminado. Todavía le queda trabajo en las áreas privatizadas de La Marina, Torrevieja y Elche.
La contestación, como la que le dio al exministro de Mariano Rajoy, el contrato con Ribera Salud en el área de la Ribera se ha terminado. Todavía le queda trabajo en las áreas privatizadas de La Marina, Torrevieja y Elche.
Este jueves el presidente Ximo Puig ha reunido a Montón y al director general de Ribera Salud para que la transición entre el modelo privatizado y el público sea tranquila.
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