domingo, 5 de abril de 2020

La epidemia, la sanidad y la paralización económica / Ángel Tomás *

La importancia, dimensión y extensión a los cincos continentes de la epidemia provocada por el Covid-19, posiblemente superior y más peligrosa que la de los años treinta del siglo XX, no ha sido reconocida con la suficiente anticipación por una gran mayoría de los gobiernos, ni ha habido identificación con su ciudadanía. 
 
En Europa ha faltado más coordinación y acuerdos para la rápida protección contra el Coronavirus, y la escasa conexión ha conllevado a una pérdida de credibilidad en algunas de las medidas decretadas, consideradas posteriormente perjudiciales y promotoras de inestabilidad de complicada rehabilitación. 
 
Un ejemplo ha sido el Reino Unido, cuya recesión y caída de sus finanzas públicas -según la agencia Fitch Ratings- se ha deteriorado de forma tan acelerada, que de no emprenderse con rapidez la rehabilitación, se retrasará el comienzo de la recuperación económica.

Es indiscutible la prioridad en la contención y tratamiento de la grave enfermedad, cuyo contagio, y en algunos casos con trágico final, sufre un colectivo ciudadano demasiado grande, que ha obligado al confinamiento absoluto en sus hogares de todos los ciudadanos, con excepción de los que prestan servicios en sanidad y alimentación, y a la paralización de casi todos los sectores empresariales.

El objetivo primordial y de la máxima urgencia es la obtención de terapias y tratamientos eficaces, que no se han impulsado y financiado desde el primer día, aunque España cuenta con biólogos, ingenieros químicos y especialistas investigadores de primerísimo nivel y experiencia, así como con laboratorios en universidades y empresas privadas con dotaciones técnicas suficientes. 
 
Esto sí se está impulsando en algún otro país, de los que ya nos llegan las primeras esperanzas de éxito. Esperamos un antiviral con actividad probada sobre humanos, sea antiséptico para el control de la epidemia y sin que presente efecto secundario. A las empresas con dedicación a esta actividad investigadora, se las debe eximir de toda obligación tributaria hasta contar con el producto de resultado positivo probado.

Contamos con una red de centros sanitarios, ciento dos sólo en Madrid, que cubren su necesaria misión en todo el territorio nacional, dotados con equipos profesionales de reconocido prestigio internacional en todas sus categorías, con formación, experiencia, capacidad de trabajo y abnegación. Visto el desarrollo del sentido humanitario, sensibilidad social y solidaridad, deben ser calificados como héroes. 
 
Sin embargo, no se les ha dotado desde un principio con los medios imprescindibles para trabajar sin riesgo de contagio. Resaltemos que a pesar de ello su abnegación ha sido inquebrantable. Para prestar y desarrollar su profesión insustituible, hubiesen necesitado disponer como mínimo de todos y cada uno de los elementos preventivos siguientes: gafas de protección, soluciones hidroalcohólicas, guantes y mascarillas, así como respiradores suficientes para la asistencia al enfermo de detección rápida.

Todos estos elementos, nada más recibir la noticia del peligroso virus y su rápida extensión, debió de promocionarse su fabricación y distribución en España. Contamos con empresas tecnológicas, textiles, calzado y componentes, con capacidad, instalaciones y personal de probada eficiencia, que sin duda, con la necesaria y adecuada financiación hubieran cubierto esta necesidad de protección a nuestros queridos profesionales, protegiendo también a todos los españoles, incluso actuando en ayuda a otros países de nuestro entorno. A los responsables de esta gestión les faltó agilidad mental, rodearse del equipo técnico necesario, organización ejecutiva, dotes de mando y responsabilidad profesional. No disponer a tiempo de la cantidad necesaria, ha sido una de las más graves negligencias.

Para comprar en China se necesita experiencia y disponibilidad financiera, condiciones que los departamentos oficiales no reúnen ni han sabido incorporar con especialistas profesionales que asesoran y gestionan en el mercado de importación libre. La centralización de la gestión y responsabilidad, tal vez haya sido un error impulsado por la vanidad y el dictado antidemocrático. Toda compra a China no tendrá respuesta rápida y urgente cumplimiento si no se anticipan dos requisitos internacionales que otros países sí han tramitado: 
 
1.- Pago por anticipado del total del precio del pedido mediante un 50% transferido con la formulación del mismo y el resto en el momento del embarque, o aportación previa de carta de crédito a la solicitud de la mercancía, y 
 
2.- La exigencia certificada de que la mercancía se ajusta a la normativa de Bruselas y su garantía de la calidad y seguridad. Así lo han hecho dos generosas e importantes empresas españolas, que han logrado en veinticuatro y setenta y dos horas cinco aviones cargados del material con destino a centros sanitarios. Han sido más rápidos y efectivos que otros departamentos oficiales.

SOLUCIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y FINANCIERAS

Una vez que la cruel crisis que se está padeciendo haya sido detenida y la dedicación sea en exclusiva curar a los enfermos y afectados, habrá que acometer una desinfección general nacional y privada que elimine la posibilidad de su reproducción de otra pandemia del mismo virus pasados unos meses. Para ello también hace falta previsión, financiación, planificación y trabajo intensivo, sin olvidar una unión de todos, gobierno, partidos políticos y ciudadanos, junto a una coordinación ordenada internacional.

La falta de conexión con que se han llevado la toma de decisiones ha provocado también, una crisis en la estructura económica, con descenso de: la actividad potencial, el creciente paro, consecuencia del cierre temporal de empresas, que en parte concluirá en definitivo si no se arbitran los fondos necesarios para salvar el desempleo originado mientras dure la prioridad del saneamiento total de la pandemia.

Sin la unión, financiación, previsión y eficacia necesarias, el elevado número de ERTES, puede ir derivando en ERES, y concurso de acreedores, incluso cierres definitivos, con una repercusión social insostenible e injusta. La rehabilitación debe ser en “V”, no en “U”, de lo contrario puede llegar a ser incluso en “L”.

Las medidas urgentes de protección, adecuadas a cada país, que hagan posible la supervivencia y volver a una economía creciente y globalizada exige, entre otras, las que se relacionan a continuación:


* Agilizar el mercado de capitales para hacer llegar los fondos de manera efectiva a empresas, servicios, transporte, turismo y asistencia.
 
*  Activar una política fiscal más proactiva.
 
* Autorizar provisionalmente, de forma justificada y controlada, un mayor déficit presupuestario.

* Establecer estímulos al consumo.
 
* Promover una especial protección y apoyo temporal al comercio al detall y cadenas de venta directa.

* Acciones positivas para mantener abiertos los mercados.
 
* Normas de apoyo temporal al desarrollo de la agricultura, sobre todo en fresco, controlando y sancionando la especulación en la intermediación.

* Estudiar y conceder exenciones tributarias de un año para aquellas empresas que lo necesiten y se comprometan a su rehabilitación e integración en el mercado y cubrir de nuevo la plantilla completa de los puestos de trabajo.

Sin la adopción y aplicación inmediata y rigurosa de las medidas expuestas, volverá la volatilidad de los mercados, la incertidumbre, la recesión irrecuperable, la imposible cobertura de las necesidades vitales humanas y el desequilibrio de las relaciones sociales.



(*) Economista y empresario

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