VALENCIA.- El 'president' de la Generalitat y líder
del PSPV, Ximo Puig, ha asegurado que en el Botànic no hay "ningún tipo
de tensión" tras la negativa de Compromís a la quinta prórroga del
estado de alarma. Eso sí, ha defendido que "el gobierno valenciano
piensa que es el instrumento más razonable hasta el momento".
"Cada partido representa lo que representa", ha zanjado en rueda
de prensa sobre el cruce de críticas entre los socios del Botànic II
(PSPV, Compromís y Podem) tras el voto en contra del diputado de la
coalición, Joan Baldoví, este miércoles en el Congreso.
Puig, tras reunirse con los síndics de Les Corts, ha defendido que
una cosa es el gobierno y otra el parlamento y que "cada grupo
parlamentario decide lo que considera en cada momento". Ha hecho
hincapié en que el Consell no cuestiona las posiciones partidistas y ha
llamado a la "calidad democrática" de separar partidos e instituciones.
En todo caso, ha llamado a que el clima de crispación "no contagie
la política valenciana" y a "huir del espacio del insulto", buscando
puntos de acuerdo porque "la sociedad no está tan enfrentada como
parece". Ha invitado a los partidos a cooperar en el pacto de
reconstrucción, a partir de la comisión de Les Corts que arranca este
viernes, y ha agradecido su buena predisposición.
El presidente valenciano ha pedido mirar a largo plazo con un
itinerario de recuperación hasta 2030, sin partir de una doctrina única.
"Habrá distintos gobiernos y alternancias; tenemos que pensar en las
nuevas generaciones, no en las próximas elecciones", ha aseverado,
advirtiendo que "nada será gratis ni fácil si no hay voluntad".
Bajo este prisma, ha convocado a la sociedad civil a un acuerdo de
reconstrucción para "no solo ir a la nueva normalidad ni volver a la
vieja, sino ir a una normalidad mejorada". Quiere "aprovechar este
momento complejo para paliar el gran desastre y ver cómo somos capaces
de acelerar los desafíos que ya teníamos".
En clave económica, tras presentar la hoja de ruta para la
reactivación, ha destacado que el Gobierno de Pedro Sánchez ha
"solucionado" el problema más inmediato para hacer frente a la pandemia:
la liquidez.
Ahora toca "discutir" cómo se distribuye el fondo de 16.000
millones para que las CCAA hagan frente a las consecuencias de la
crisis, "un proceso que está abierto" y en el que trabaja la Conselleria
con el Ministerio de Hacienda. Puig ve "razonable" que los primeros
10.000 se distribuyan en función del gasto sanitario.
Pero ha vuelto a pedir que el último tramo de 5.000 millones, para
compensar la reducción de recursos propios por la caída de la
actividad, tenga en cuenta el esfuerzo fiscal y la situación financiera
de cada región.
Hasta entonces, ha resaltado que la Comunitat fue una de las CCAA
que pidió un fondo extraordinario y "el Gobierno hizo caso" a diferencia
de en 2008. También ha reiterado que la infrafinanciación valenciana ya
está en el debate español con un "consenso generalizado", lo que ve
como un punto de partida.
Ante la exigencia de la oposición de eliminar altos cargos, Puig
ha sostenido que lo que toca en una crisis es que los responsables de
las instituciones sean "cada vez más autoexigentes". "No he visto
empresas quitando cargos directivos", ha ilustrado.
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