VALENCIA.- Casi el 30% de los afiliados a la Seguridad
Social de la Comunitat Valenciana --un 29,6%, en concreto-- sufre los
efectos del Covid-19 sobre el empleo. La suma de los nuevos parados, los
trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de
Empleo (ERTE) y los autónomos con prestación extraordinaria entre marzo y
abril asciende en esta autonomía a más de medio millón de personas
afectadas. En toda España, la cifra llega a 5,25 millones de personas y
el porcentaje de afectados al 27,2% de los afiliados.
Así lo refleja el Instituto Valenciano de Investigaciones
Económicas (Ivie) en una nueva entrega de los informes COVID-19:
IvieExpress, que en esta ocasión analiza las diferencias regionales en
el impacto del coronavirus sobre el empleo.
Las diferencias regionales en el impacto laboral de la pandemia se
explican en buena medida por la especialización productiva de cada
autonomía. Illes Balears, Canarias, Comunitat Valenciana y Andalucía son
las cuatro comunidades en las que el efecto sectorial es más negativo,
debido, principalmente, al peso del turismo.
Los efectos negativos del coronavirus y las medidas adoptadas para
contener su propagación han incidido especialmente en el mercado
laboral. El paro aumentó en España un 18% durante los meses de marzo y
abril, mientras que la afiliación a la Seguridad Social cayó un 4,6%.
En la Comunitat Valenciana el deterioro ha sido todavía más
acusado, con un incremento acumulado del paro del 20,1% y una caída de
la afiliación del 6,1%.
Sin embargo, en esos datos no están incluidas las personas que se
han visto afectadas por un ERTE o los autónomos que han tenido que
solicitar las prestaciones extraordinarias por cese de actividad.
Si se suman los tres colectivos, nuevos parados registrados,
afectados por ERTE y autónomos con prestación, el resultado son 5,25
millones de personas que han sufrido las consecuencias de la crisis en
el ámbito laboral. Esto significa que el total nacional de afectados
laboralmente por el COVID-19 supone ya el 27,2% de los afiliados a la
Seguridad Social que había a finales del mes de febrero.
Sin embargo, existen grandes diferencias por comunidades
autónomas. Mientras que en Baleares y Canarias el porcentaje de
afectados laboralmente por el Covid-19 supera el 40% de los afiliados,
en Murcia y Extremadura, no alcanza el 22%. Las diferencias entre
regiones llegan a superar los 20 puntos porcentuales, según los datos
del nuevo informe COVID-19: IvieExpress, elaborado, en esta ocasión, por
Lorenzo Serrano, Ángel Soler y Fernando Pascual.
En la Comunitat Valenciana, con 73.689 nuevos parados registrados,
349.634 afectados por un ERTE y 146.779 autónomos con prestación
extraordinaria reconocida, el impacto laboral del COVID-19 afecta a un
total de 570.102 personas. Esta cifra supone el 29,6% del total de los
afiliados a la Seguridad Social que había registrados a 28 de febrero de
2020, 2,4 puntos por encima de la media nacional.
La especialización sectorial de cada región explica buena parte de
las diferencias en el impacto de la crisis sobre el mercado de trabajo,
ya que sectores como la hostelería o las actividades artísticas,
recreativas o de entretenimiento han sufrido caídas muy fuertes en el
empleo en marzo y abril (-15% y -9,3%, respectivamente).
Mientras que en el extremo opuesto, las actividades sanitarias y
de servicios sociales han aumentado su empleo un 6,3% en el mismo
periodo. La Comunitat Valenciana muestra caídas del empleo algo más
intensas en hostelería (-16%) y actividades artísticas, recreativas y de
entretenimiento (-10,4%) y un incremento también más pronunciado en
sanidad (10,8%).
El informe del Ivie incluye un estudio que analiza en qué medida
las diferentes estructuras sectoriales de las comunidades autónomas son
capaces de explicar la evolución reciente del mercado de trabajo de cada
región (efecto sectorial) frente a otros factores. Los resultados de
aplicar ese método de análisis a la afiliación a la Seguridad Social en
España, con una desagregación a 21 sectores de actividad, confirman el
mayor impacto en las comunidades más especializadas en turismo.
Illes Balears, Canarias, Comunitat Valenciana y Andalucía son las
cuatro regiones cuya especialización productiva contribuye más a una
peor evolución de su mercado laboral en las circunstancias actuales. El
efecto sectorial estimado para la Comunitat Valenciana es el tercero más
negativo en el conjunto del país, solo por detrás de Illes Balears y
Canarias. Por el contrario, Navarra, Aragón y Castilla-La Mancha
muestran el mejor comportamiento en este sentido.
Al efecto sectorial, también hay que añadir el elemento adicional
de asimetría marcado por la diferente intensidad de los problemas
sanitarios en cada territorio y las distintas velocidades o fases en las
que cada región abandonará el confinamiento. Ese proceso gradual de
desescalada tiene implicaciones diferentes en función del tipo de
empresa, rama de actividad y características de los empleos y
trabajadores.
En cualquier caso, la importancia de los ERTE, con 3,38 millones
de trabajadores afectados a fecha 30 de abril en toda España y 350.000
en la Comunitat Valenciana, evidencia que las empresas están optando
mayoritariamente por mantener los vínculos con sus trabajadores. El
esfuerzo en términos de recursos presupuestarios para sufragar estos
ERTE, así como las prestaciones a los autónomos debería contribuir a
facilitar una más pronta y completa recuperación.
El apoyo en el ámbito, tributario, financiero y laboral "debería
venir acompañado también del desarrollo de nuevas oportunidades
laborales, con políticas activas de empleo para reforzar la
empleabilidad de los parados, según recomiendan en su informe los
autores", advierten desde el Ivie.
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