Puig ha defendido una autocrítica "ponderada, real, útil, constructiva y esperanzada" porque ha asegurado que es "la única manera de poder mejorar y avanzar". En este sentido, ha expuesto algunas "cuestiones claras" que, a su juicio, provocaron que los socialistas no fueran capaz de "contextualizar suficientemente" la convocatoria electoral del 28 de mayo.
Así, ha reconocido que fueron "incapaces de valencianizar el espacio político" y de "extraer" a la Comunitat Valenciana del "sonido inmenso que impulsó la derecha mediática y política española".
Tampoco, ha afirmado, fueron capaces de "huir de una atmósfera emocional que taponaba la razón y la opinión que se tenía del gobierno valenciano" ni de "aislar a un entorno de vísceras que arrinconaba la gestión".
"En el fondo, lo que se producía era una
cierta liquidación de la política", ha lamentado.
"Si la
pregunta era sobre el futuro de la Comunitat Valenciana, ¿por qué la
respuesta era 'Que te vote Txapote'?, ha reflexionado. Frente a ello, ha
defendido que el gobierno valenciano que lideraba tenía "las mejores
notas --de valoración-- desde el inicio de la serie histórica", por lo
que ha considerado que les faltó "una visión anticipatoria de un
malestar que no tenía nada que ver con la realidad".
Y ha reconocido que
también les "sobró confianza" sobre una gestión que "la ciudadanía
valoraba".
Asimismo, ha apuntado que otro "posible error" fue
que no entendieron que la Comunitat Valenciana "se jugaba mucho" en esas
elecciones, algo que era "lo que los ciudadanos iban a ver al final".
"Nos jugábamos muchos proyectos transformadores, una recuperación de la
crisis pandémica, el rigor de todos aquellos que habían confiado para
invertir en nuestro territorio", ha enumerado.
En esta línea,
ha admitido que es posible que "descuidaran lo que otros priorizaron",
que es "el tacticismo electoral, el interés partidista, las campañas de
insultos", ante lo que no dieron "respuesta adecuada a esta situación".
Ante este escenario, ha reconocido ser el "máximo responsable" de todo
ello. "Y lo asumo", ha añadido.
El líder socialista, pese a esta situación, ha destacado que en las
pasadas elecciones autonómicas el PSPV aumentó el número de votos
respecto a las anteriores convocatorias y, de hecho, ha resaltado que
obtuvo "el mejor resultado autonómico en 16 años".
Sin
embargo, ha lamentado que este "avance" resultó "insuficiente", dado que
Compromís "perdió 100.000 votos" mientras que Podemos "perdió 130.000".
"Estamos en una buena posición que tenemos que defender: la suma PP y
extrema derecha frente al Botànic solo 38.000 papeletas, el 1,5% del
electorado", ha incidido.
"Todos sabemos cómo llegamos a esas
elecciones, con una gran abstención del electorado progresista, con una
crisis irresponsable en la izquierda a pocas semanas de las elecciones,
con un ventilador mediático que no supimos apagar", ha reflexionado.
Por otro lado, el máximo dirigente de los socialistas valencianos ha
puesto en valor el "legado" realizado por los socialistas en los últimos
ocho años. Al respecto, y con "cierta perspectiva", ha resaltado
"avances decisivos" en varios "frentes": convivencia, reputación y
estabilidad.
"Los valencianos asumimos desde el primer momento que una
cerveza nunca está por encima de una vida", ha proclamado, al tiempo que
ha defendido que el "legado construido es un aval".
Ante el
escenario actual en la Comunitat Valenciana, con un gobierno del PP y
Vox al frente de la Generalitat, Puig ha subrayado la necesidad de que
el PSPV desarrolle una oposición "fiscalizadora" para poder "combatir"
las políticas de la derecha y la extrema derecha, así como de impulsar a
la autonomía desde la acción del Gobierno de España y de construir una
"alternativa potente" que debe hacer "su propio reset".
"No se trata de
hacer lo mismo que hicimos, sino de hacer ya otra generación de ideas",
ha recalcado, y ha avanzado.
Sobre esta última cuestión, se ha
mostrado confiado en que el "retroceso" que supone el PP y Vox "no va a
quedar impune", puesto que recibirá "nuestra respuesta política fuerte y
serena".
Al hilo, ha defendido que el PSPV desde la oposición "ya está
actuando" desde la "institucionalidad" y ha rechazado la "política
espectáculo".
Puig también ha apostado por una oposición
"propositiva" que plantee e intente acordar medidas que sean
"beneficiosas para los valencianos", para lo que ha recalcado la
importancia de mantener un "diálogo permanente" y "máxima vinculación"
con entidades y grupos sociales.
"Este partido nunca
renunciará a ser el partido de la mayoría, un partido hegemónico y capaz
de liderar el país", ha reivindicado, al tiempo que ha apostado por
ello para impedir que ni la "derecha extremada ni la extrema derecha
impongan un relato que finalmente acabe diluyendo la realidad, que se
instale la posverdad y que finalmente acabemos en un pesimismo
artificioso".
En otro orden
de cosas, el secretario general del PSPV ha mostrado su agradecimiento
al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez,
por haber "tenido en cuenta" el "factor humano" en la configuración del
Ejecutivo, con el nombramiento de Rebeca Torró y Arcadi España como
secretarios de Estado. "Aportamos lo mejor que tenemos", ha valorado.
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