Si se planea adquirir un patinete eléctrico después de esa fecha, deberá asegurarse de que venga acompañado por este certificado para evitar posibles sanciones. Aquellos que ya posean un patinete sin certificado tendrán un periodo de gracia hasta el 22 de enero de 2027, momento a partir del cual será obligatorio contar con un patinete eléctrico certificado.
La Dirección General de Tráfico ha identificado solo dos laboratorios autorizados para expedir el certificado de VMP: IDIADA Automotive Technology S.A. en Tarragona, España, y TÜV Rheinland Italia S.r.l. en Milán, Italia. Esta limitación busca garantizar la calidad y seguridad de los VMP en circulación.
La DGT ha proporcionado un enlace en su sitio web para verificar las marcas y modelos que actualmente disponen de este certificado, lo que incluye a fabricantes reconocidos como Cecotec, Xiaomi y Superpedestrian.
La Asociación Española de Centros de Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) ha propuesto una inspección técnica para los VMP, similar a la ITV de los vehículos convencionales. Este proceso tiene como objetivo asegurar el correcto funcionamiento de los patinetes eléctricos, evitando posibles fallos que podrían resultar en situaciones peligrosas.
Entre los aspectos clave que la inspección abordará se encuentran la velocidad (limitada entre 6 y 25 kilómetros por hora), la eficacia del sistema de frenado, la implementación de soluciones técnicas adecuadas, adaptabilidad a diferentes tipos de inspecciones técnicas, verificación del estado de la batería y el cableado, comprobación de posibles golpes y la propuesta de una pegatina con código QR, ya que los patinetes no disponen de matrícula.
Estos cambios en la normativa marcan un nuevo capítulo para los patinetes eléctricos en España. Si bien buscan mejorar la seguridad y calidad de estos dispositivos, también plantean desafíos para fabricantes y usuarios.
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