A la espera de los informes técnicos que dictaminen si la finca está o no en ruina, por ahora sigue existiendo una comunidad de propietarios, que además mantiene la titularidad de los garajes, que "están intactos", y del suelo donde se levantan los inmuebles afectados.
Así lo ha explicado Rafael C.S., dueño de una de las viviendas en la que falleció su inquilina. "Supe que había fallecido porque no me llamó al día siguiente. Ojalá me hubiera llamado. Estoy destrozado, no puedo ni dormir por la noche", lamenta.
En su caso, al 'shock' por la pérdida de su inquilina, en ese caso irreparable, se suma la de la propiedad, por la que sigue pagando una hipoteca, y el alquiler, que ha dejado de percibir.
Por
eso considera que la situación de los propietarios "es aún más grave"
que la de los inquilinos, a los que este sábado "se les invitó a
marcharse" de la junta que mantuvieron por la tarde en el hotel Valencia
Palace para dirimir los próximos pasos a dar.
De ahí que los arrendatarios decidieran crear una asociación para canalizar sus demandas, tal y como explicó la portavoz, Nancy Kawham.
"Se
les invitó a marcharse porque era una junta de propietarios y en ese
momento no es que no pinten nada, es que tenemos que tomar decisiones.
Todo es gravísimo pero su situación es menos grave porque van a recibir
1.500 euros de ayuda y dejan de pagar el alquiler, y habrán perdido ropa
y muebles, que no es poco, pero eso lo pueden recuperar", insiste
Rafael.
Los propietarios, un total de 138 porque varios
disponen de varias viviendas, también abogan por constituir su propia
asociación para gestionar las reclamaciones, aunque eso "va a requerir
meses", apostilla Rafael, que lamenta que en estos momentos "la gente se
mire el ombligo".
Con todo, cree que todos deben ahora "luchar" por la declaración de zona
catastrófica porque eso supondría la intervención del Estado y, con
ello, recibir unas indemnizaciones mayores. "No estamos pidiendo nada
que no nos corresponda porque eso es lo que ha sido, una catástrofe".
Para
que se declare la finca en ruina, los técnicos deben constatar o bien
que la reconstrucción no es posible o bien que esa reconstrucción afecta
a más del 50 % del valor del seguro del inmueble que, tal y como consta
en la póliza asciende a 26.511.000 euros.
En
ese caso, si el valor de la reconstrucción superara los 13,2 millones,
"se declara la ruina y se extingue la comunidad", ha precisado Rafael.
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